Tesoros musicales en la Biblioteca Nacional.

¿Quién dijo que hay sólo libros en las bibliotecas? Con averiguar un poco, se encuentran partes de la historia, historia para ser escuchada, no sólo leída.

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La Biblioteca Nacional Mariano Moreno (Agüero 2502, CABA) cuenta con una Audioteca-Mediateca en su tercer piso. ¿Qué hay ahí? Música, a montones. Desde discos de pasta, de acetato, CDs, DVDs, magazines, grabaciones varias, y, por supuesto, vinilos. Por muchos años, hubo una ley por la cual una compañía discográfica tenía que mandar una copia del vinilo que editaba. Aún al día de hoy, algunas discográficas siguen haciendo sus donaciones musicales. La Audioteca cuenta con alrededor de 60.000 discos de pasta, de acetato y vinilos.

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Sala Audioteca-Mediateca
Biblioteca
Biblioteca Nacional Mariano Moreno

Al acercarme, muy amablemente me recibió Gustavo, encargado de atención al público de dicho departamento.  Me contó la historia de cómo la Audioteca pasó de ser una división a tener su propio departamento dentro de la Biblioteca Nacional.

Las misiones de este área son de conservar, difundir y dar acceso a estos materiales, haciendo especial foco en la producción nacional, en los tesoros que por años se fueron acumulando bajo el cuidado de la Biblioteca.

 

A diferencia de los libros, que ya llevan siendo ordenados desde hace muchos años, los vinilos y discos recién en el año 2009 empezaron a pasar por un proceso de catalogación, es decir, ordenarlos, restaurarlos, digitalizarlos, y juntar la información de ellos. Para esto, primero pasan por una conservación preventiva, una limpieza mínima, guardarlos en un depósito de temperatura y humedad adecuadas, cambiarles el sobre en el cual venían en caso que se encuentre roto por un papel libre de ácido, y demases cuidados, como se haría con cualquier objeto que se aprecie y quiera que perdure en el tiempo, para que en un futuro siga estando bien y listo para darse a conocer a quien lo encuentre.

El laboratorio de audio y video tiene como función esta catalogación de vinilos y otros tipos de discos. Para lograr esto, pasa por tres instancias:

  • Limpieza y puesta en estado: pasan por una intervención manual, de aspirar, pasar un pincel, lavar, etc.; siempre haciendo la menor intervención posible sobre el disco o vinilo.
  • Digitalización en sí: mediante bandejas, púas y cápsulas, se reproduce el sonido y gracias primero a una placa de audio y luego a un software de edición de audio, se graba el sonido. En este momento, si la limpieza no se hizo debidamente y quedó alguna falla, es cuando salta y tiene que volver a limpiarse.
  • Almacenamiento: en servidores de guarda permanente, se numeran los archivos, se exportan y cargan los metadatos.

Este proceso es una tarea larga; por eso, todavía falta mucho material para seguir catalogando y digitalizando.

Los vinilos y discos que pudieron ser digitalizados, fueron gracias a que usaban una tecnología que, con el revival de los discos antiguos, volvió a circular, a diferencia de los discos de pasta, que por necesitar un equipamiento especial, que por el momento no se cuenta con, todavía no se digitalizó ninguno, ya que se podrían partir.

Como se dijo al principio, si bien las misiones son de conservar, difundir y dar acceso a estos tesoros musicales, la puesta en público es algo que todavía se encuentra con trabas. La Ley de Propiedad Intelectual no permite la reproducción libre de estos materiales. (así como con las películas, por ejemplo) Muchas veces es necesario esperar a 70 años a la muerte del autor/a de dicho material para poder difundirlo libremente. Se está a la espera de una ley que exima a las bibliotecas para poder dar acceso a los mismos, y dar a conocer mediante distintos medios virtuales, por ej. Los vinilos no están a la vista libre del público, cual disquería; están en su depósito, cuidados de cualquier daño. Cuando se filma el programa “Vinílico”, los artistas tienen acceso a ellos.

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Fito Páez en el depósito

Animándose a más, la Biblioteca, trabajando en conjunto con Vortérix, lanzaron un programa, Vinílico, que ya va por su segunda temporada. En dicho programa, se invita a un artista del rock nacional a recorrer las estanterías para que seleccione los vinilos que lo marcó en su vida y que considera importantes en su carrera musical. Este programa aprovecha la selección de dichos vinilos, para sumar información del mismo, y al departamento en sí, a difundir su tarea y sus colecciones. Es una retroalimentación mutua muy interesante. Quien escribe llegó a enterarse de la labor de la Audioteca gracias a ver a uno de sus cantantes favoritos en dicho programa. Pasaron ya por “Vinílico” invitados como Fernando Ruiz Díaz (Catupecu Machu), Fito Páez, Ricardo Mollo, y muchos más.

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Fernando Ruiz Díaz en el programa Vinílico
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Ricardo Mollo en el programa Vinílico

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Buscando expandirse y crecer, la Audioteca tiene más proyectos a futuro, incorporando tecnología e ideas nuevas, pero siempre con una visión al pasado, a la época de la cual salieron estos vinilos y discos, que fueron quedando como parte de la historia, especialmente la nacional, y de la cual son testigos.