Tipodélica

La tipografía en la década de los 60, rompiendo los moldes y creando desde las formas sinuosas y los colores chillones. Una época donde se leía poco pero se decía mucho.

Años 60

Terminada la Segunda Guerra Mundial empezaba a nacer el movimiento POP, y con él, el diseño Psicodélico.

El Flower Power, como eslogan que acompañaba a la revolución de la paz y el amor, traía bajo el brazo un estilo gráfico que marcaría un quiebre en nuestra  historia del diseño. Nacía un desencanto por la universalidad gráfica (del proyecto moderno) y se buscaba experimentar, representar, dar un mensaje sensorial y revolucionar.

La utopía de este mundo pacifista encontró su lugar en los colores chillones, las formas de la naturaleza y las líneas sinuosas. La identidad lisérgica no tardo en llegar a las tipografías, ya no importaba qué se decía, si no cómo.

 

La tipografía del Amor y el Rock.

Como el qué se decía ya no era lo más importante en una obra de diseño, la  tipografía se transformó en un elemento visual puro, ilegible. Las líneas sinuosas adaptaban sus formas a cada una de las obras, se llenaba la hoja, se impactaba desde otro lugar mucho más sensorial. No había una carga ideológica, era puramente amor y paz (palabras muy utilizadas en los diseños). Se experiementaba, la tipografía se dibujaba, no solo se escribía.

 

Peter Max – “Love” – 1969
     
Victor Moscoso – “Rites of Spring” – 1967

 

Fue en 1967 que la psicodélia reinventaba la estética del Rock con el disco Sgt. Pepper’s. de los Beatles. Disco diseñado con una fotografía de Richard Avedon donde el nombre de la banda y el título aparecían de forma totalmente integrada.

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Portada de disco Sgt. Peppers

Esta estética que transmitía mucho sin decir, desarrollaba una identidad muy fuerte. Los Beatles no fueron los únicos que utilizaron estas nuevas herramientas de la experimentación gráfica, aparecieron todo tipo de piezas llenando de color el mundo del Rock. La comprensión de estas obras era rápida, había toda una escencia en el mensaje, se puso de moda y se fue adaptando a muchos niveles.

Este gran quiebre, del proyecto moderno a la posmodernidad, de la tipografía de molde y universal a la sinuosidad, abrió muchas puertas en el mundo gráfico. No hay límites, la tipografía no es solo para ser leída, dibuja, crea, genera emociones e impacto.

La tipografía renacía para transmitir mucho más que lo escrito.