Inspirado por la canción homónima del productor francés “Stromae”, donde se plantea la lógica de la representación simbólica de los signos de manera poética, me despierta la curiosidad sobre cómo este fenómeno puede afectar nuestro discurso como diseñadores a lo largo del transcurso del tiempo.

Un proyecto que nace de la fundación Arrels, en Barcelona, para ayudar a salir a aquellas personas en situación de calle. Crean tipografías a partir de la letra manuscrita de personas indigentes, letras que están cargadas de emociones, identidades e historias.