El lenguaje como símbolo

Estas son mis ideas y pensamientos sobre el lenguaje inclusivo (refiriéndome exclusivamente al uso de la e/x para referir a un genérico mixto) y mis comentarios sobre el comunicado que la Rae generó en respuesta.

Quiero empezar el blog aclarando que yo no creo que los debates sobre el lenguaje inclusivo deban ser el centro de la cuestión feminista. Creo que hay asuntos más urgentes, y más alarmantes, que merecen toda nuestra atención. Pero el uso del lenguaje inclusivo (el cual en Argentina pareciera englobar únicamente el uso no marcado de la «e» o la «x») ha sido usado como principal recurso para denigrar a cualquier integrante de las agrupaciones feministas.

Llamaron particularmente mi atención las entrevistas que el periodista Eduardo Feinmann sostuvo en luz del debate acerca la despenalización del aborto y como elegía burlarse y enfocar la atención en las palabras que elegía usar la persona a quien estaba entrevistando en vez de discutir el tema en sí.

Entiendo que esta es una estrategia sencilla para desalentar a cualquier televidente indeciso que no sabe de qué lado del debate ubicarse, ya que las palabras como «diputades» suenan extrañas y, por lo tanto, ridículas, desmereciendo cualquier argumento que pongan lxs entrevistadxs, y tacharlos de zurdos, progre, puáneros o troskos.

Para ilustrar mis pensamientos acerca del lenguaje inclusivo, quiero hablar de un comunicado que escribió la RAE, argumentando por qué el lenguaje inclusivo era innecesario, en respuesta a la emisión de nueve guías de lenguaje que se emitieron en varias regiones de España por parte de ciertas universidades o grupos autónomos, con instrucciones de como utilizar el lenguaje inclusivo.

Este comunicado ha sido el contra-argumento favorito de las personas que rechazan este tipo de lenguaje, apelando un deus ex-machina en la RAE, diciendo que la máxima autoridad de lenguaje hispano tomó su decisión, por lo que no hay nada más que decir del tema. Pero luego de leer el comunicado con detenimiento, entendí el enfoque que toma la academia, y creo poder llegar a formular una respuesta.

Ignorando que al catedrático de lengua española de la Universidad Complutense de Madrid, Ignacio Bosque, autor del comunicado de la RAE, pareciera, en ciertas ocasiones, divertirle burlarse de las aptitudes de quienes generaron las guías, es cierto que expone muchos puntos que tienen sentido. En cambio hay otros que creo que no aplican a nuestra situación, desde mi entendimiento (No es mi intención pretender que tengo más conocimiento que este hombre, lo cual no entra en discusión. Lo que yo quiero es ilustrar que de nada sirve extrapolar un argumento que fue formulado en otro contexto y para otros fines).

Los principales contra-puntos que pone la RAE son:

  1. El lenguaje tiene una forma correcta de utilizarse, que esta maximizada para evitar ambigüedad y confusión.
  2. El uso genérico del masculino esta asentado en nuestro habla desde hace ya muchísimo tiempo.
  3. El uso del genérico masculino no ofende a ninguna de las mujeres que el conoce, las cuales no se sienten invisibilizadas, y que se sienten incluidas.
  4. Es cierto que existe discriminación y sexismo en la sociedad actual, pero cambiar el lenguaje es debatible como medio de cambio. (Y en este punto quiero citar al catedrático, para que se entienda el matiz de este argumento:

    «Como la primera premisa no afecta a cuestiones lingüísticas, no me detendré en ella. Apuntaré tan solo que, si bien no está en discusión que sigue existiendo en nuestra sociedad discriminación hacia la mujer, sí existe discrepancia entre las mujeres acerca de cuáles son exactamente las medidas que la evitarían.» – Ignacio Bosque, Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer.)

  5. El lenguaje es un cuerpo vivo que cambia con la sociedad, y no es correcto pretender que pueden crearse leyes o guías que decidan cambiarlo.

Estos cinco puntos son aquellos que creo que podrían llegar a aplicarse a nuestro contexto de lenguaje inclusivo. El catedrático formula muchos otros que son pertinentes en la situación de España, pero no pretendo entrar en esa discusión, por lo que si critico estos puntos, lo hago poniendo en crisis su validez como argumento en la situación argentina.

Dicho esto, paso a compartir mis ideas:

Si el argumento «está asentado» fuese válido, entonces nadie intentaría cambiar nada. El patriarcado también está asentado, y no por eso quiere decir que sea lo correcto. De hecho es probable que las personas conocidas del Catedrático que atestiguan su satisfacción con el genérico masculino, se muevan en un contexto donde no se discuten tanto estos temas, por lo que nada las lleva a cuestionarlo. Lo cual es perfectamente entendible.

Quiero retomar la introducción de este blog recordando que para mí la utilización del lenguaje inclusivo no es tan central. Es sabido que el lenguaje es un organismo vivo que muta, y creo realmente que el uso de la «e» como genérico es un producto de la sociedad en la que existe. Es un cambio cultural lógico que acompaña el cambio social, y yo mismo aún no me acostumbro a hablar de esta forma. Soy partidario de que cada uno se deconstruye a su paso, y que no está bien saltar a la yugular de alguien que no se acostumbra tan rápido como yo, o que no comparte mis ideas (siempre y cuando no tenga actitudes ofensivas adrede).

Pero creo que la mayor validez de el lenguaje inclusivo, en la situación actual en Argentina, está en usarlo como símbolo.Un símbolo que habla de una voluntad de tergiversar el orden dado y de cambiar las cosas. Es un constante recordatorio, integrado en el lenguaje, de que el movimiento feminista existe, y que ya no están aceptadas los pequeños actos de machismo u homofobia indulgentes tan comunes en la cultura argentina. Yo creo, al contrario del catedrático, que el uso de este lenguaje o al menos su popularización, ayuda a disminuir en parte algunas actitudes sexistas.

En conclusión, yo estoy a favor de este uso del genérico, e invito a quien crea que es una actitud ridícula a correrse de su lugar un momento, y pensar objetivamente, más allá del prejuicio, por qué se hace lo que se hace.

 

PD: En cuanto al punto primero que argumenta la RAE en contra del lenguaje inclusivo, tampoco creo que aplique a nuestra situación, ya que es imposible eliminar todas las ambigüedades del castellano, y no creo que cambiar el genérico «o» por el genérico «e» vaya a abrirse aún más a confusión, pero en esto no siento tener la autoridad suficiente, ya que es mi palabra, un estudiante de 20 años de diseño gráfico argentino, contra la del catedrático de lengua española de la Universidad Complutense de Madrid, Ignacio Bosque, autor del comunicado de la RAE. Pero creo que vale la pena transmitir esta inquietud mía.

 

Links y Referencias:
  • Comunicado de la Rae: http://www.rae.es/sites/default/files/Sexismo_linguistico_y_visibilidad_de_la_mujer_0.pdf
  • Recorte de una de las entrevistas de Eduardo Feinmann: