Melanie ArakakiDurante los últimos años, nacieron nuevas formas de interactuar con una pieza escrita y pese que algunos pensaron que el surgimiento de unos venían a matar a otros, la realidad de hoy en día demuestra que cada uno tiene su propia forma de conectar al lector/oyente con un libro y pese a que el contenido es siempre el mismo, el medio elegido genera experiencias particulares e irremplazables. Acá un breve repaso de lo que nos ofrece cada dispositivo:
Los libros impresos tienen olores y texturas particulares. Esto conlleva a que los libros nos traigan recuerdos y sentimientos que solo se dan gracias a esta materialidad que contienen. El pasar de una hoja a la siguiente, es una sensación de avance que un libro digital nunca podrá igualar. Por otro lado, el poder visualizar cuantas hojas nos quedan por leer también es algo que se aprecia mejor en un libro tradicional y hace que se disfrute más. Además, prestar un libro impreso tiene mucho más significado, peso e implica mucha más responsabilidad que “prestar” uno digital, del cual se pueden hacer infinitas copias (aunque claramente esto no sea legal) Por último, un libro impreso no depende de tu conexión a internet, de la batería de tu Kindle o de tu tablet/celular, por lo que siempre va a estar disponible para ser leído.
Las desventajas de los libros impresos es que pueden ocupar mucho espacio y el transportarlos también suele ser difícil, sobre todo cuando tenés que llevar más de uno. Además hay algunos que tienen la letra muy chiquita, o los espaciados mal elegidos, lo cual para algunas personas puede llegar a convertirse en un obstáculo. Por otro lado, hay libros que suelen aparecer solo en ediciones cuyo precio no es tan accesible como su versión electrónica.
Los libros digitales llegaron alrededor del año 2009 para cambiar el panorama del mercado de lectores del mundo. Una gran ventaja es poder manipular el tamaño de la letra e incluso la fuente. Puede que no todo el mundo tenga el mejor criterio para hacerlo pero claramente para cualquier usuario tener la opción de personalizar su experiencia es algo ventajoso. La pantalla de los dispositivos para lectura digital, están diseñados (en su mayoría) con tinta digital especialmente pensada para no cansar la vista y al mismo tiempo para poder leer aunque la luz del entorno no sea la mejor. Esta luminosidad también se puede configurar y regular. Los libros digitales también son más fáciles de transportar, ya que se almacenan todos en un mismo lugar, y el límite ya no es espacial sino que depende de la capacidad del dispositivo. Otra función muy útil de estos libros es que se pueden buscar palabras en ellos, lo cual puede resultar muy útil si queremos leer el contenido específico de un texto.
La principal desventaja de los libros digitales es que no podés oler las hojas, ni sentir su textura. Mucha gente además suele cansarse más rápido leyendo en un dispositivo digital que haciéndolo de un libro tradicional. Además, la disponibilidad de un libro digital depende de la batería de tu dispositivo o de tu conexión a internet, lo cual limita el tiempo que podés
Los ebooks se popularizaron especialmente con el Kindle, el dispositivo que lanzó Amazon y que se renueva constantemente con el nacimiento de nuevas versiones, cada vez más completas y prácticas. Amazon además posee su propia tienda online de e-books, al igual que Google y Apple, lo cual demuestra el interés que tienen las grandes compañías tecnológicas en el mercado de lectores digitales.
Con los audiolibros, surgió la posibilidad de disfrutar de libros mientras se realizan otras actividades. Son muy populares los audiolibros con fines educativos como aprender idiomas (que incluso ayudan a mejorar a pronunciación) o los de autoayuda. Al igual que con los libros digitales, se ahorra espacio en su conservación.
Como desventajas, se puede decir que estos audiolibros suelen tener muy poco de “libros” y se pierde la esencia de la lectura. Son bastante caros para producir y a veces para los usuarios es muy difícil encontrar una voz y una calidad cómodas de escuchar. Por otro lado, los libros de ficción suelen perder gran parte de su encanto al estar relatados por una voz que quizás es sumamente distinta a la que el lector se imaginaría al leer la misma pieza, o incluso a la que el autor quiso transmitir.
En cuanto a la presencia del audiolibro en el mercado actual, Audible ha vendido millones de audiolibros a 14,99 dólares el ejemplar, lo que hizo que Amazon se interesara en el mercado y la adquiriera. Esto demuestra que es un mercado con gran potencial y que se espera que crezca bastante en los próximos años.
En conclusión, los libros tradicionales, los e-books y los audiolibros no llegaron para reemplazarse, sino que conviven y se complementan para ofrecerle a cada lector/oyente la experiencia que busca. Lo más destacable de toda esta ola tecnológica es que logró acercar más gente a la lectura, gracias a que ofrece distintas formas de disfrutar desde historias extraordinarias hasta lecciones de idiomas, informática, etc.
Fuentes:
https://mic.com/articles/99408/science-has-great-news-for-people-who-read-actual-books#.Rtc1U106Z
http://cultura.elpais.com/cultura/2015/10/15/actualidad/1444922736_135189.html
https://roams.es/dia-del-libro-ventajas-inconvenientes-ebook/