SOPORTE ILEGAL

Para gran parte de la sociedad, el graffiti es entendido como arte. Pero para muchos otros es visto como una actividad ilegal.

Se ha hablado durante la cursada sobre la manera legal de usar una familia tipográfica. Pero creo que nunca se habló si existía algún soporte que no pudiéramos usar para realizar un trabajo. Quizás a nadie se le ocurrió y estas preguntas sólo surgen en mi cabeza o quizás a muchos se les ocurrió y se respondieron a ellos mismos como lo hice yo, “cualquier soporte que no tengas permiso para usar” es la respuesta obvia. Entonces, algunos dejarían de lado el asunto y seguirán diseñando en soportes “legales”. Pero en otros, se despertará curiosidad por aquello que es “prohibido”. Por reforzar sus diseños con estos soportes. Y es curioso que esa sea la esencia del graffiti.

La historia de esta expresión surge en los años 60, en Nueva York, influida por la música Hip-Hop. Los primeros artistas se dedicaban a dejar sus firmas y prontamente se hicieron famosos, inspirando a muchos jóvenes a imitarlos, buscando lugares llamativos y difíciles de acceder para dejar sus huellas. Paralelamente, Keith Haring, un artista, comenzó a pintar sus dibujos en sitios públicos y trenes, cambiando el estilo del graffiti.

Antes de seguir, voy a aclarar porqué para mi el arte tiene relación con el diseño. Cuando cursaba el CBC (en Proyectual, específicamente) mi profesor dijo que todo en la vida es diseño, “cuando te vestís, por ejemplo, buscas que tus prendas convivan de ciertas maneras, ya sea que combinen los colores o el estilo de ropa o que simplemente no le des bola a como te vestiste. De las dos maneras estas dando un mensaje y todo está funcionando como un sistema.” Esto me quedó muy grabado y a partir de entonces le busco la vuelta a todo a mi alrededor para descubrir cómo funciona ese sistema. Como fue diseñado. La música es el ejemplo que más me gusta analizar. Si escuchas un CD de León Gieco vas a encontrarte con canciones como “El ángel de la bicicleta” que en una de sus versiones grabó con Los Pibes Chorros para relacionar más su canción con el ambiente en donde se movía “Pocho”(el ángel de la bicicleta), un muchacho asesinado por la policía en un comedor de pibes en una villa. Es decir, hizo funcionar un sistema uniendo un poema con un estilo musical para dar un mensaje. O “Comfortably numb” de Pink Floyd. Después del primer estribillo, Gilmour hace un solo de guitarra que nos remite al estado de paz en el que se encuentra el personaje de esta canción. Pero al final de la canción la guitarra nos cuenta la otra realidad de la situación, que es que indiferentemente de lo que estaba viviendo este personaje, se lo llevaron a arrastras a hacer el show. De esta manera podemos ver como la música es una expresión artística, pero también es diseño.

Sin darle más vueltas al asunto, quiero repetir lo que me dijo un amigo graffitero, “la onda del graffiti es que sea ilegal”. Es el concepto clave de esta expresión. El graffiti puro. Dejar tu firma en un lugar visible para todos como lo es un vagón de tren, moverse sigilosamente para no ser atrapado, escapar de la policía o estar escondido por horas son los engranajes que hacen funcionar al sistema. A la vez en el arte se ven estilos que identifican a sus autores, su forma de “escribir”, como ellos dicen, las curvas de las letras o sus remates tienen relación, la forma de sus dibujos.

El soporte importa. Si te habilitan un muro para que lo decores con tus expresiones y pinturas vas a hacer arte. Pero si el muro es privado, vas a hacer graffiti.

Para cerrar quiero compartir un párrafo extraído de una entrevista a Arturo Pérez-Reverte, por su novela “El francotirador paciente”: «Las autoridades dicen que somos vándalos que destruimos el paisaje urbano, y a veces es cierto. Pero, ojo. Nosotros también tenemos que soportar los neones luminosos, los rótulos, la publicidad, las caras de los políticos en las paredes cuando hay elecciones, los autobuses con sus anuncios y sus mensajes idiotas… ¿Eso no es vandalismo?… Ellos se adueñan de todo con su mierda, y hasta las lonas de restauración de edificios las llenan de publicidad. Y a nosotros, mientras tanto, nos niegan el espacio para responder a todo eso. Para decir quiénes somos y cómo nos llamamos. Para hacer las ciudades más bonitas, a nuestra manera. Por eso el único arte que les interesa a algunos colegas zumbados es joderlos a todos».

Perdonenme si aproveché de este espacio un rato para filosofar, pero es que todo es diseño y a la vez todo es muy relativo.