“Comillas al pedo”

Un análisis sobre el fascinante mundo de la cartelería cotidiana y las comillas mal usadas.

En principio quería hacer un posteo dedicado al uso incorrecto que le damos a las comillas en al vida cotidiana: según la gran teórica de Ortotipografía que tuvimos en una clase de Tipografía de la cátedra, en el idioma español las comillas que deben utilizarse son las latinas o francesas, y no las inglesas, que son las que más se suelen utilizar.

Esto a mí me sorprendió sobremanera, porque la realidad es que acceder a las comillas latinas es casi un lujo: el método más fácil que encontré para tipearlas es con la combinación de teclas Alt+174 y Alt+175, así que es perfectamente entendible que se utilizen las otras, que están más a mano.

Pero igualmente indagando en páginas académicas, me encontré con que el uso de las comillas latinas simplemente se recomienda, específicamente en textos editoriales, donde sí se ve un uso mucho más frecuente. Después de haber respondido mi inquietud, no me pareció que ameritaba dedicarle un posteo.

Luego me di cuenta de que había otro mal uso de las comillas mucho más evidente, que cualquier argentino puede reconocer: las comillas al pedo.

Primero, remarquemos cuáles son los usos correctos:

  • Marcar citas textuales
  • Señalar el carácter especial de una palabra o expresión; por ejemplo, que es vulgar o que se emplea con ironía.
  • Delimitar la extensión del título de cualquier parte interna de una publicación (un artículo, un reportaje, un cuento, una canción, etc.)
  • Marcar la longitud de los nombres de leyes, programas, planes, proyectos, asignaturas, etc., cuando se citan dentro de un texto y son muy largos.
  • Delimitar los títulos de ponencias, discursos, exposiciones, etc., así como de los apodos y alias que se intercalan entre el nombre de pila y el apellido.

Ahora bien, en los carteles que vemos cotidianamente en la calle, en negocios o instituciones, notamos que las comillas se usan en situaciones muy bizarras y arbitrarias, que te ponen a dudar de la existencia:

Parece ser que popularmente se le agrega otro uso en varios casos: el de marcar importancia y urgencia.

En los carteles hechos por trabajadores de locales lo importante y urgente se destaca con varias capas de jerarquización (bold, mayúsculas, subrayado), todas compitiendo entre sí, a tal punto que se agregan herramientas externas como el resaltador, además de, por supuesto, las comillas. Son carteles que nacen de la frustración por el constante incimplimiento de una norma por parte de los clientes.

Entonces se viene la pregunta: ¿Funcionan este tipo de carteles?

Jorge Frascara dice en su libro El diseño de comunicación:

“En la Universidad de Alberta, durante un período de reformas en el edificio una de las puertas estuvo clausurada por unos días. Un obrero puso un cartelito: “Use la otra puerta”. Como el cartel estaba escrito en letras mal dibujadas sobre un papel trozado informalmente, el mensaje funcionó perfectamente. El carácter temporario del cartel expresaba el carácter temporario del problema. La forma del papel hacía que el cartel fuera altamente visible, en contraste con el carácter geométrico de todos los elementos del interior del edificio. Las letras mal dibujadas contrastaban con la Helvética media de la señalización arquitectónica. El cartelito como totalidad expresaba la presencia de obreros.

En mi experiencia en locales de Buenos Aires, los carteles hechos informalmente no se suelen usar sólo para mensajes temporarios, sino que para cualquier tipo de mensaje, pero sí se podría decir que este tipo de carteles expresan la presencia personal de trabajadores, que intervienen cuando pasan hechos inesperados o la comunicación institucional no es suficiente.

Entonces mi respuesta sería que en estos casos este tipo de carteles sí funcionan comunicacionalmente. Y en cuanto al uso de las comillas, no podría encontrar una justificación, pero de lo que estoy seguro es de que cumplen la función de hacernos reir y descontracturarnos del caos urbano, y por eso espero que se sigan usando (mal).


Fuentes

Mayúsculas, minúsculas, números y signos
Comillas, uso de este signo ortográfico
Uso de comillas
Comillas al pedo (twitter)
Comilleros (instagram)
Frascara, Jorge. El diseño de comunicación. Buenos Aires: Infinito, 2012.