Tratamiento para textos infantiles.

¿Sera un mayor quien leerá el libro a un niño o el niño lo intentara solo? ¿Cómo debería editar para que resulte una elección adecuada en cada caso? Y tantas otras preguntas fueron las que me hice cuando me senté a tipiar el trabajo “publicación independiente” que en mi caso eran dos cuento infantiles que […]

¿Sera un mayor quien leerá el libro a un niño o el niño lo intentara solo? ¿Cómo debería editar para que resulte una elección adecuada en cada caso? Y tantas otras preguntas fueron las que me hice cuando me senté a tipiar el trabajo “publicación independiente” que en mi caso eran dos cuento infantiles que escribió mi abuela para sus alumnos hace muchos años.

Entre tanta duda decidí googlear en búsqueda de respuestas y me encontré con montones más de cosas para tener en cuenta a la hora de editar un libro infantil. Pero primero debía definir la primera pregunta, por lo cual opte por pensar que lo intentaría leer un niño de entre 5 y 8 años. De esta forma no anularía la posibilidad de ser leído por un adulto como sí pasaría si optaba por que fuera al revés.

Para ello seguí las recomendaciones basadas en estudios reales que fui hallando en la web. Tipografía grande, con esto digo entre 18 y 24pt. Interlineado abierto e interletra de normal a abierta también, alto contraste entre texto y fondo, con párrafos cortos, alineados a la izquierda, sin corte de palabras para conseguir mayorlegibilidad, manteniendo siempre un gris de texto parejo.

La inclusión de imágenes que acompañen lo que el texto narraba también resultaba de importancia para mantener la atención del lector.

En el afán de conseguir una familia correcta encontré la existencia de fuentes tipográficas con estilo infantil, es decir que la morfología de las letras se asemeja más a la forma en la que los niños dibujan la letra al aprender a escribir, es decir sin serif. Lo interesante aquí es que contradecimos el hecho de seleccionar tipografía serif para textos de lectura continua. Pues hay estudios que indican que los niños tienen mayor facilidad para leer con fuentes sans.

Desde ya que no debía elegir ninguna fuente cursiva ya que le agregaría una complejidad inadecuada para el estilo de lector al que apunta el producto.

En fin, el tratamiento tipográfico de la lectura infantil contiene algunos aspectos psicológicos y pedagógicos que deben coexistir con el tratamiento estético de la composición, es decir es un equilibrio entre forma y función, ya que hoy en día el tratamiento de estos textos es de carácter importante por su inferencia en la educación como una herramienta más para el aprendizaje.