Tipografías que traspasan barreras

Dyslexia y Dyslexie, las tipografías que ayudan a que se superen algunos de los problemas que las personas con dislexia tienen cuando leen. Tipografia Dyslexia Esta tipografía, diseñada por el tipógrafo Daniel Britton, tiene un valor más funcional y social que estético, ya que reproduce la experiencia de lectura de una persona disléxica en cuanto […]

Dyslexia y Dyslexie, las tipografías que ayudan a que se superen algunos de los problemas que las personas con dislexia tienen cuando leen.

Tipografia Dyslexia

Esta tipografía, diseñada por el tipógrafo Daniel Britton, tiene un valor más funcional y social que estético, ya que reproduce la experiencia de lectura de una persona disléxica en cuanto a tiempo y dificultad. El hecho de que esta tipografía cuente con un valor funcional y social, más que estético, se debe a que su creación nos permite comprender a las personas que padecen dislexia y que sufren las consecuencias de ésta en su día a día. También, es importante tener en cuenta que la tipografía no reproduce la forma en la que una persona dislexia observa las palabras. 

Este tipo de letra divide el tiempo de lectura de un no disléxico a la velocidad de un disléxico al eliminar alrededor del 40% de cada letra y hacer que cada una sea casi ilegible. Esto lentifica la velocidad de lectura de los usuarios a la velocidad de lectura de una persona disléxica, por lo que recrea la frustración y la vergüenza de la lectura diaria.

“Este tipo de letra recrea la sensación de leer con dislexia para una persona no disléxica, por lo tanto, crea empatía y comprensión ante el problema. Frente cualquier situación, sólo cuando se comprende completamente un problema, se puede resolver”, explica Britton.

Tipografia Dyslexie

Christian Boer, creador de esta tipografía, siempre tuvo problemas para leer. Cuando se enfrentaba a una pagina llena de texto, las letras se torcían y mezclaban. Boer, cuando pensaba en crear la tipografía, empezó a estudiar sobre formas que permitieran que fuese más sencillo distinguir las letras. Un cambio clave fue hacer las letras con la parte de abajo voluminosa, para que fuesen más macizas en la base que en la parte superior.

Muchas de las letras de la fuente Dyslexie también tienen remates, con el fin de que sea más fácil diferenciarlas.

A diferencia de familias de fuentes tipográficas más tradicionales, la Dyslexie es muy asimétrica. En lugar de mantener las letras en un tamaño uniforme, algunas tienen “palos” más largos que ayudan a que resalten más en las palabras. De igual modo, las letras que se parecen, como la “v”, la “w” y la “y”, varían en altura cuando se escriben.

Las formas de las letras también son asimétricas, con la parte superior de la “b” siendo más estrecha que la de la “d”, lo que hace más sencillo distinguirlas. Estas formas se basan mucho en la escritura a mano que en otras fuentes, afirma Boer. Muchas personas disléxicas leen con mayor facilidad textos escritos a mano que tipografías.

Los proyectos de Daniel Britton y Christian Boer son una muestra más de cómo a partir de áreas como el diseño de tipografías, se puede concientizar y dar visibilidad a problemas que requieren de un respuesta real por parte de la sociedad.

Actualmente, hay alrededor de 8 mil millones de personas viviendo en el mundo de las que un 10% o 20% padece dislexia, lo que supone la existencia de alrededor de 160 millones de personas disléxicas en el planeta. Es necesario comprender a estas personas y empatizar con ellas para poderles facilitar su desarrollo y un entendimiento y acceso a los textos, semejante al que gozan las personas no disléxicas.