Hubo un momento de la historia que cada poster de cine dejó de crear su propia tipografía a mano y comenzaron a acercarse a los ordenadores en donde una fuente en películas de acción y drama tomo mucha importancia.

La tipografía manuscrita como medio de análisis de nuestra personalidad.
Viendo cómo abordar un posteo acerca de tipografía me decidí a no ir por las tipografías digitales, sino por algún aspecto relacionado a nuestra forma de escribir manualmente.

La familia tipográfica Helvética es conocida por todo el mundo y elegida por varios diseñadores. La helvética siempre, o en la mayoría de los casos, funciona bien. Incluso, cuando no se usa en letras. Su neutralidad, versatilidad y alta legibilidad, no solo se pone en el ABC, sino que productos y proyectos arquitectónicos.

Estoy segura de que todos los que estamos en el mundo del diseño prestamos una inconsciente y especial atención a las propuestas gráficas que vemos día a día en la calle, revistas, publicidades, y sobre todo en los afiches de cine. De esta forma me di cuenta de que hay una fuente que predomina notablemente en éste ámbito, y en esta nota voy a analizar por qué.

¿Es posible reconocer un logo solamente por una única letra? ¿Puede la tipografía ser suficiente para crear una marca? ¿Puede una marca basarse solo en la tipografía y construir su identidad a su alrededor?