De la trinchera a la imprenta
Autor/a: Federico Santiago Scorca
El humor y la poesía como escape a los horrores de la guerra
La Primera Guerra Mundial marcó el fin de la romantización bélica. Dejaron de existir los emperadores de la edad antigua y los caballeros con armadura, para dar paso a los fuegos de artillería, las armas químicas, las enfermedades de las trincheras y la automatización de la destrucción humana.
Las tropas muchas veces apelaban a su creatividad artística para escapar de las miserias de la guerra. Creaban sus propias publicaciones donde contaban su vida en el frente a través del humor negro, la poesía, la sátira y la demonización de sus enemigos.
Bruce Bairnsfather, humorista gráfico británico, se unió en 1914 al Primer Regimiento Real de Warwickshire para luchar en el frente francés en la Gran Guerra.
Apodado como «El hombre que le ganó a la guerra» se hizo conocido entre los soldados por sus bocetos y comics sobre la vida en las trincheras.
Sus trabajos se publicaban en la revista semanal The Bystander y a partir de enero de 1916 se creó Fragments from France, un compilado de todos sus trabajos.
Se vendieron más de un millón de ejemplares y su gráfica de humor negro fue una importante inyección de moral para las tropas del frente.
La Oficina de Guerra Británica lo promovió a Oficial Caricaturista y utilizó sus trabajos como propaganda. Incluso los ejércitos franceses, estadounidenses e italianos le pedían que dibujara a sus tropas.
Bruce Bairnsfather luchó en el frente como soldado y como artista… verdaderamente… le ganó a la guerra.
historia, humor gráfico, Primera Guerra Mundial, revista