Inspirado por la canción homónima del productor francés “Stromae”, donde se plantea la lógica de la representación simbólica de los signos de manera poética, me despierta la curiosidad sobre cómo este fenómeno puede afectar nuestro discurso como diseñadores a lo largo del transcurso del tiempo.

Hubo un momento de la historia que cada poster de cine dejó de crear su propia tipografía a mano y comenzaron a acercarse a los ordenadores en donde una fuente en películas de acción y drama tomo mucha importancia.