Sudamérica y sus propios vinilos.
Autor/a: Victoria Abril De Lucia
Los gustos por las grandes bandas internacionales a veces hacen que uno se olvide de lo que tenemos más cerca, otras veces no por una cuestión de olvido o gustos sino por la misma […]
Los gustos por las grandes bandas internacionales a veces hacen que uno se olvide de lo que tenemos más cerca, otras veces no por una cuestión de olvido o gustos sino por la misma problemática social, económica, y política que los países sudamericanos han pasado y pasan para generar productos propios, es por eso que este tema llamo mucho mi atención: La única fabrica de vinilos sudamericana. Fundada el 16 de abril de 1999 por Nilton José Rocha, «Polysom» comenzó en 1 de mayo de ese año. Surgió cuando la industria de la música abandonó el formato de vinilo para dedicarse exclusivamente a discos compactos (Cds). De este modo, se facilita para la empresa la adquisición de equipos antiguos de aquellas fábricas que no iban a utilizarlos.
Durante mucho tiempo, la gran demanda de los vinilos por las iglesias evangélicas mantuvo la fábrica en circulación. Cuando se estableció como la única fábrica en toda Sudamérica, una condición que continúa en la actualidad, la Polysom contaría con nuevos clientes, como artistas independientes y sellos discográficos grandes y pequeños.
En noviembre de 2007, ya se enfrentan a muchas dificultades, como la falta de demanda y la incidencia de los problemas técnicos que afectó directamente en la calidad de LPs, combinado con los retrasos en las entregas ,cancelaciones de pedidos, acumulación de deudas y la falta de perspectivas de futuro , sus dueños no tuvieron otra solución que cerrar sus puertas.
En el 2008, los propietarios de Deckdisc, informados del crecimiento en ventas de vinilo en Estados Unidos y Europa, ante la posibilidad de adquirir la maquinaria de la antigua fábrica decidieron reactivarla. En septiembre de ese año, comenzaron los pasos y los estudios que dieron lugar a la apertura oficial en abril de 2009.
Comenzó así una obra de grandes proporciones en el edificio de Areia Branca, municipio de Belford Roxo , en Río de Janeiro , al mismo tiempo que toda la maquinaria – prensas , compresores ,motores – fueron totalmente montados . Tardó siete meses de las dificultades de trabajo duro y las dudas, hasta el final de noviembre, cuando se realizaron las primeras pruebas y los resultados de un disco fabricado en Polysom fue comparado con el mismo producto de una fábrica estadounidense considerada una de las mejores de toda América del Norte.
El Polysom estaba listo para competir en calidad con cualquier planta en el mundo y reanudar la producción en serie de vinilo. Hoy en día con los insumos producidos en la fábrica, la calidad de vinilo se produce al igual que las mejores fábricas de Europa.
El proyecto, al que definen como «un emprendimiento ciento por ciento independiente», pretende, en un segundo paso, producir ejemplares de diferentes colores. Se estima que la capacidad de la fábrica les permite realizar inicialmente un promedio de 40 mil unidades por mes. En los últimos años, acompañando la decadencia de ventas que atraviesa el CD y la multiplicación de los soportes de audio, la demanda del tradicional y noble formato analógico dejó de asociarse específicamente con los coleccionistas, volviendo a ganar lugar en el mercado.
«A modo de reflexión creo que este tipo de acontecimientos podrían pasar más a menudo si las condiciones nacionales se dieran para que aquellos fabricantes o creativos puedan desempeñarse con mayor facilidad, ya sea por la posibilidad personal o por la falta de maquinarias, herramientas o materiales que acá no pueden conseguirse. Ojalá que ese proceso de globalización que todos conocemos y que acorta las distancias, agrande las posibilidades».
Victoria De Lucia.
https://www.youtube.com/watch?v=HnFW4QUmwsM
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