«Nunca juzgues un vinilo por su portada”

Autor/a: Karen Burstein

Cuántas veces escuchamos frases como éstas: «Nunca juzgues un libro por su portada, una persona por su apariencia…»  Y en realidad, ¿ Por qué debería ser así? ¿ Por qué sería incorrecto juzgar “algo” por aquella primer impresión que nos genera?  

¿ No es, acaso, una cara más, una importante e inevitable parte de ella ?

Vivimos en un mundo visual y sensitivo del cual no podemos escapar. Constantemente nos encontramos interactuando con objetos, sujetos, realidades que serán percibidas por nuestra propia mirada, a partir de nuestra particular primer impresión. Por lo tanto, ¿ Por qué no dejarnos llevar por ella? ¿ Por qué quitarle importancia? ¿Por qué, por el contrario, no explotar su condición?

Si es inevitable escapar de las sensaciones, emociones e intereses inmediatos que nos generan los objetos que nos rodean, y, más aun, en el mundo de la música, donde nada pasará desapercibido, me parece interesante pensar entonces, ¿Qué tan importante es la portada de un vinilo? 

Tenemos bien en claro que, especialmente en el diseño, jamás podremos representar o generar exactamente lo deseado en un soporte limitado que circulará masivamente en sujetos indeterminados, por tiempo indefinido. No sólo por las limitaciones físicas, sino especialmente por las competencias culturales de todo aquel que pose la mirada en ello, se lo apropie, así como el momento en que lo haga, la época determinada, hasta la misma cambiará en un mismo sujeto al pasar el tiempo..

Sin embargo, hay ciertas portadas que serán eternamente reconocidas, valoradas y apreciadas. Hasta sería interesante pensar cuantas portadas son, hasta el día de hoy, íconos de la música y de las bandas, pero sin embargo, cuánto sabemos de la música que contienen?  Sus canciones, sus particularidades, su momento y razón de ser… Las portadas revelan mucho más de lo que imaginamos. Sería imposible pensar una portada como una simple decoración insignificante del producto musical. Así como un artista se presenta auditivamente, el mismo indudablemente debe hacerlo visualmente.

Creo que un disco de vinilo fue, es y será una oportunidad para el artista de, por medio de un conjunto de sentidos (auditivo, táctil y visual ) unidos en una misma pieza, generar una experiencia en el usuario según su propia identidad, su impronta, sus intereses, su estilo, su forma de ser e inevitablemente por su momento histórico. Un disco de vinilo, sin su cobertura, no es un disco completo, al igual que sin su contenido auditivo tampoco lo es. Su portada, su soporte, hasta su estado, rajaduras, y sonidos, son parte de su identidad, de su ser y es casi o igual de importante que su contenido musical. Y por lo tanto, creo que todas ellas, deben trabajar en conjunto y armonía.

Por lo tanto, ¿ no se debe juzgar un vinilo por su portada? Yo creo que si.

Creo que tanto la portada como todo su contenido visual será un medio más de parte de aquel universo musical para generar, potenciar, aumentar y dar lugar al usuario a conocer la experiencia que se desea transmitir, el viaje al cual se quiere llevar a quien lo tiene en sus manos. Es un ticket de entrada, una presentación, una puerta al mundo del álbum. Y por lo tanto, no debemos subestimar su función. Creo que hasta aquel primer contacto físico, con el simple hecho de agarrar un vinilo y contemplar su portada, éste tendrá la capacidad de influenciar nuestros oídos hasta antes de presionar el primer “play”.

Es por todo lo comentado anteriormente que me gustaría compartir algunas portadas de vinilo más significativas,  que por determinadas razones y llevadas a cabo por medio de diferentes recursos, épocas y diseñadores son, hasta el día de hoy, importantes referencias de diseño e históricas tapas, pero mas especialmente creo que fueron fieles a su banda y por ello hoy en día hacen del vinilo un tesoro musical.

• Kraftwerk

  Album: The Man-Machine

  Diseñador: Karl Klefisch/Günther Fröhling

  Esta portada de vinilo corresponde al septimo álbum del grupo de música electrónica de origen alemán, Kraftwerk. Es una reconocida tapa de 1978, que captura perfectamente la esencia de la banda. Inspirada por el movimiento modernista de 1930, particularmente de El Lissitzky, podemos notar sus integrantes formando una imagen de estilo cuasi robótica, colores muy fuertes contrastantes, direccionalidades muy marcadas, traducciones de su álbum a muchos idiomas. Creo que todas aquellas decisiones potencian aquel mundo de este particular álbum «El hombre máquina».

• Elvis Presley

  Album: Elvis Presley

  Fotógrafo: William V. ‘Rd’ Robertson

El album que lo cambió todo, es una fotografía que captura a Elvis en la cúspide de la grandeza. La fotografia fue tomada en Fort Homer Hestetly Armony, en Tampa, Florida, el 31 de Julio de 1955, cuando Elvis tenía tan sólo 20 años. Una portada inmortal, un tesoro de la primer imagen tangible de una estrella del rock n roll.

• Happy Mondays

  Album: Pills ‘n’ Thrills and Bellyaches

  Diseñador: Central Station Design

Una divertida portada que llevo a Happy Mondays a la cima. Es una perfecta representación del sonido particular de la banda: un ecléctico y colorido collage de varias influencias unidas creando una pieza brillante y única.

• Pink Floyd

  Album: Dark Side of the Moon

  Diseñador: Storm Thorgerson

En esta reconocida portada, Roger Waters, bajista y cantante de Pink Floyd, le sugirió al diseñador Storm que podría no utilizar una fotografía para el album «Dark Side of the Moon». Sin embargo, el diseñador respondió “ A qué te refieres? Eso es lo que hago. Imágenes… No hago gráficos” De todas formas, aceptó el desafío e inspirándose en sus shows, luces y efectos, y utilizando un triángulo como un símbolo del pensamiento y la ambición de la banda, creó esta distinta y particular tapa.

• The Beatles

  Album: Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band

  Diseñador: Sir Peter Blake

Una tapa que dio y da mucho de que hablar. En ella aparece una fotografía de los cuatro Beatles vestidos como sargentos delante de un collage de rostros célebres, entre los que se encuentran personalidades como Marilyn Monroe, Bob Dylan, Cassius Clay, DH. Lawrence y hasta Shirley Temple…

Esta tapa representa y forma parte de la identidad de la banda, tocando temas que los mismos atravesaban constantemente. La cultura Hindu, la mitología oriental, el hippismo occidental, la marihuana y hasta abrió muchas teorías cobre las diferentes referencias que podría llegar a tener, ocultas y no tanto, sobre la supuesta muerte de Paul Mccartney.

Me pareció divertido compartir las celebridades que originalmente iban a aparecer pero que fueron eliminados a último momento por diferentes razones. Además es interesante mostrar estas particularidades ya que demuestran que todos los detalles deben estar bien pensados y revisados ya que es casi impredecible lo que surgirá una vez en circulación:

Jesucristo: fue solicitado por Lennon, pero fue retirado del LP pocos meses después de la polémica comparación de Lennon con Jesus y la religión.

Adolfo Hitler: apareció y fue visible en las primeras fotografías del montaje, situado a la derecha de Larry Bell, pero finalmente fue oscurecido por Johnny Weissmuller en la imagen final.

Mahatma Gandhi: aparecería a la derecha de Lewis Carroll, pero fue posteriormente retirada. De acuerdo a McCartney, «Gandhi también tenía que ir porque el jefe de EMI, Sir Joe Lockwood, dijo que en la India no iban a permitir el registro que se imprima «.

Por todo esto, me parece que debemos ser conscientes de cada uno de los detalles y particularidades que cada tapa de vinilo presenta, cada una de ellas será la puerta de entrada al mundo particular que presente el álbum, y creo que, si la misma nos cautiva desde la primer mirada, desde su primer apariencia, probablemente su contenido será mucho mas rico y la experiencia será mucho mas profunda e interesante.