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Mascarillas: ¿una solución o un problema mayor?

La pieza gráfica producida por la Fundación Biodiversidad, se da en un contexto de creciente pandemia, donde surge una nueva problemática: aquellos productos utilizados para protegernos se convierten en un daño colateral que sufre el océano, con lo cual la pieza hace foco en el asunto de a dónde llegan estos componentes al ser desechados incorrectamente.

La pandemia trajo con sí un cambio radical en el activismo y como se manifiesta el mismo. Las piezas gráficas que serían protagonistas en marchas o empapeladas por las calles para ser observadas invitando a la reflexión del peatón tuvieron que encontrar otro nuevo espacio. Al no poder encontrarse en el espacio público debido a la cuarentena mundial, se comenzó a utilizar las redes sociales como espacio predominante para estas manifestaciones ahora virtuales y ocurrió un pico en lo que era denominado “Ciberactivismo”.

“La revolución digital ha modificado radicalmente el sistema convencional de medios y representación política contribuyendo a mutaciones culturales en la esfera pública que exige una conceptualización distinta del proceso de mediación social. El impulso de la democracia participativa en red con las nuevas tecnologías de la información válida hoy la existencia de un nuevo ecosistema informativo que hace posible el denominado espacio público oposicional (EPO). En la nueva cultura mediática, el proceso de comunicación se ha liberado por completo de las coordenadas y restricciones históricas de la cultura política tradicional, facilitando la acción colectiva de los nuevos movimientos urbanos.”

F Sierra-Caballero (2018): “Ciberactivismo y movimientos sociales. El espacio público oposicional en la tecnopolítica contemporánea”. Revista Latina de Comunicación Social, 73, pp. 980 a 990. DOI: 10.4185/RLCS-2018-1292 

Se define al Ciberactivismo o Activismo Virtual como un fenómeno propio de la era digital, en el que la difusión de información es mucho más rápida y con un alcance mundial. Esta modalidad hace que la difusión masiva de millones de problemáticas individuales esté al alcance de cualquier persona con acceso a internet. Muchas de estas piezas gráficas que se difunden se caracterizan por el gran impacto instantáneo, el usuario hoy en día consume gráfica virtual a una velocidad muchísimo más grande en comparación de años previos a esta generación digital. Por esta razón se utilizan recursos tipográficos impactantes para atraer la atención del usuario y poder transmitir el mensaje en breves frases. Tipografías Bold, Sans Serif, con contraste en valores cromáticos, facilitando la lectura veloz. A esta base se le suman tratamientos de fantasía que se relacionan y potencian la problemática de la campaña. En el caso de las piezas relacionadas con la contaminación marina siempre hay un contraste en la imagen y la tipografía, si el mensaje es breve podes encontrar que la tipografía misma es la protagonista y se ve afectada por su entorno. 

En el caso de la pieza de este análisis nos encontramos con una puesta producida por la Fundación Biodiversidad del sector público (F.S.P.) perteneciente al Ministerio para la Transición Ecológica Española producida con el propósito de su difusión en sus redes sociales. Esta misma comparte esos aspectos gráficos que se encontraría en otras campañas de contaminación marina, solo que esta intercambia el objeto que normalmente se mostraría como botellas o bolsas plásticas por una mascarilla. Utiliza la tipografía como guía para comunicar los pasos que este componente atraviesa una vez desechado hasta llegar al océano. Encabeza la pieza con un título que apela al receptor a iniciar el recorrido de lectura.

“EL ABANDONO DE MASCARILLAS Y GUANTES AMENAZA AL OCÉANO” es la frase protagonista en esta puesta gráfica, el mensaje principal es exponer cómo el uso de mascarillas y plásticos debido a esta nueva modalidad de cuarentena está potenciando la contaminación marina recurrente.

El mensaje que deja la fundación en su posteo de la campaña es el siguiente:

“Nuestra protección no debe convertirse en una amenaza para el océano. Además de una fuente de contagio, las mascarillas y guantes pueden convertirse en un grave problema de contaminación si no se desechan adecuadamente”

Fundación Biodiversidad – Facebook

Esta fundación está impulsando un movimiento contra el uso de plásticos a través de las redes sociales bajo el hashtag “#adiosplastico” en el cual se hace referencia en la esquina izquierda inferior. Dentro de este movimiento es dónde se encuentra esta campaña en conjunto con “La mascarilla es para ti, no para la naturaleza”.

“Una mascarilla higiénica común, abandonada en un entorno natural, puede tardar en degradarse entre 300 y 400 años. Y, mientras desaparece, puede afectar de múltiples formas a la flora y fauna del entorno, al agua y a los suelos que conforman ese espacio; o incluso acabar en el mar, uniéndose a los más de ocho millones de toneladas de residuos plásticos que se vierten anualmente a los océanos.” 

Fundación Biodiversidad 30 de Junio 2020

En su página relatan cómo el uso de mascarillas es ciertamente indispensable como modo de precaución frente a la crisis sanitaria que fue provocada por el COVID-19 pero a su vez este factor está afectando a los entornos naturales globalmente. 

Su objetivo es concientizar sobre el abandono de mascarillas en zonas de circulación, como bosques, playas, campos, entre otros. Al estar en un período en el que la circulación está limitada a espacios naturales para la circulación saludable de oxígeno con mascarillas, es algo común que los individuos abandonen estas mismas en los establecimientos. 

“La pandemia de coronavirus ha traído un aumento dramático en el uso de plástico, el componente principal en mascarillas, guantes, botellas de desinfectante para manos, trajes médicos de protección, kits de prueba, contenedores para llevar, empaques de entrega y otros artículos centrales para nuestra nueva y cerrada forma de vida hiper higiénica.Los grupos ambientalistas advierten que todo ese material, aunque puede salvar vidas, podría abrumar a las ciudades de todo el mundo, donde las estrategias de recolección y reciclaje de residuos se han visto interrumpidas debido al aislamiento.La preocupación más profunda es que el COVID-19 revertirá el impulso de una batalla global de años para reducir el uso de plástico de un solo uso.”

Los Ángeles Times  14 de Junio 2020

La infografía en cuestión es una de sus gráficas en esta campaña, primordialmente para formular una comunicación mas formal de la información necesaria en la que, dado el formato, es posible utilizar la tipografía de lectura. Además en esta campaña de conciencia, las infografías están acompañadas de otros flyers más atractivos a nivel estético en el que predomina la ilustración con el título recurrente como anclaje. Son una serie de dibujos que muestran personas sacándose selfies turísticas en la naturaleza que se ve interrumpida por mascarillas o guantes. Estas, a diferencia del objetivo de una infografía, son utilizadas solo a medio de distribución para atraer atención hacia la campaña e investigación.

La tipografía es un elemento sometido a la estructura de la ilustración, en tanto el orden de lectura está dado por una numeración del 1 al 5, en tanto el contenido está distribuido de acuerdo al formato para redes sociales, acotando información para que sea visible desde dispositivos con la finalidad captar usuarios rápidamente y favorecer la lectura de la pieza. Al ser una pieza informativa requiere que toda la información sea legible.

Respecto a los ejes que estructuran la pieza, son ortogonales con un orden de lectura no lineal y los márgenes responden a un ajuste óptico para optimizar el uso del espacio disponible para mostrar la información. Las variables de tamaño, uso de color y bold están utilizados de tal manera que marcan gerarquías en la pieza. En pos de resaltar el objeto de la infografía, se utilizó un tamaño de tipografía levemente mayor, provocando un punto crítico en la interlínea a la altura de “océano” por el tilde del mismo, además el título está afectado por el uso de mayúsculas en una familia tipográfica que no fue construida para ello y sin pasar por un ajuste de kerning, siendo más evidente en el “AZA” de “amenaza”

Otros elementos además de la tipografía componen la pieza: uso de misceláneas (los números estructurantes, el # para el hashtag, flechas señalando un recorrido), ilustraciones vectoriales (algunas actúan a modo de aclaración -como los guantes- y otras a modo ornamental -como el río-). El uso de color funciona para destacar elementos importantes del mensaje, predomina una monocromía en variables de azul, con destacados en rojo y un emoji en color amarillo que desentona con la infografía pero que es pertinente a la campaña.

La tipografía y las ilustraciones utilizadas comparten similitudes de trazo (uniforme y valor de línea) y el tipo de curvatura de las terminaciones de la tipografía se ve reflejada en las curvas de las ilustraciones empleadas.

Estas piezas generan un diálogo chocante con el destinatario, el público que sale a trabajar todos los días para vivir, trabajadores esenciales que se ven obligados a utilizar estos componentes, quienes acuden a las comidas “takeout”  en envases plásticos al ser imposible utilizar vajilla propia del establecimiento por prevención. El mensaje se percibe como el de un compañero que te advierte que no hagas algo ya que podría empeorar otra cosa, más un llamado de atención que un grito acusatorio. El objetivo de esta campaña es lograr que el individuo tenga conciencia al momento de desechar estos componentes, invita a la creación de opciones sustentables para evitar más contaminación.