Elegimos la temática del activismo gordo porque consideramos que nos atraviesa a todos y no tiene la visibilidad que debería. Nos interesó esta pieza y nos llamó la atención por la originalidad en su planteo y el lenguaje que elige para transmitir su mensaje. Se trata de una pieza en donde todos los recursos gráficos aportan a la construcción del sentido.
La pieza que seleccionamos está orientada a la difusión digital. Fue producida en agosto del 2018 para la cuenta de Instagram @_gordes, ya que estamos en una época en la cual las plataformas contribuyen a la difusión de contenido de protesta o activismo. Esta pieza claramente no podría encontrarse en otro contexto como lo sería, por ejemplo, una protesta. No lleva el sello de ningún colectivo, sino que es una pieza anónima. Sin embargo, forma parte de una lucha colectiva. Se trata de una producción económica; no hay mayor costo que el de los materiales y podría ser reproducida de forma manual fácilmente.
El mensaje está dirigido principalmente a los padres de niños gordos, pero la idea que lo sustenta — el hecho de ser gordo no debería ser un factor en el trato que uno recibe — nos interpela a todos. Se hace referencia no solamente al hecho de que no está bien incentivar la pérdida de peso, sino a las consecuencias psicológicas que este hábito puede tener a largo plazo.
La pieza es una llamada de atención contra ciertos comportamientos y a la vez una muestra de la realidad que atraviesan muchos niños. Ser gordo se ve como una característica indeseable, que te convierte en un objeto de discriminación, de violencia, de rechazo y de exclusión. El objetivo en este espacio de lucha es correrse de la opresión que sufren las personas con cuerpos no normativos en un mundo que propone únicamente ser flacos, vulnerando los derechos de quiénes nunca van a serlo. Se busca lograr la inclusión y la tipografía es el vehículo elegido para perseguir este fin.
El componente tipográfico es indispensable, mediante la expresividad se produce el anclaje del mensaje. La tipografía tiene una doble función como texto y como imagen, al ser una tipografía manuscrita que imita la caligrafía infantil. Está compuesta en bolígrafo sobre un cuaderno para darle un contexto escolar. La cursiva que se ve en la firma aporta otra jerarquía y la diferencia del resto de la nota. El partido conceptual y la ejecución de la tipografía están fuertemente ligados; la impronta infantil crea un juego de sentido al sugerir que la nota fue dictada por un docente y escrita por un niño (evidenciado en la corrección de la palabra “los” en lenguaje inclusivo). Las relaciones espaciales no son sistemáticas, lo que refuerza lo connotado del mensaje. La interletra y la interpalabra se ven forzadas ya que el espacio no fue pensado con anticipación, esto se puede ver en los márgenes irregulares que resultan a la derecha. Algunos caracteres no apoyan en la línea de base. Los signos de puntuación y exclamación tampoco son sistemáticos: podemos ver que algunos son contornos y otros son puntos. Los recursos no son arbitrarios, al ser muy pocos todos contribuyen a generar un clima, ya sea el cuaderno escolar, los stickers, la construcción de la tipografía o los dibujos.
La pieza tiene una postura muy marcada en defensa de una infancia libre de prejuicios, ya que estos afectan la psiquis e impactan la percepción personal y la construcción de la identidad. El objetivo es darle una voz al reclamo: la nota está firmada como “gordos”. Se busca concientizar y generar un cambio, no solamente en los padres sino en la sociedad en sí, ya que no debería existir la exclusión relacionada con el físico de cada uno.
Fuentes consultadas:
https://www.tiempofueguino.com/la-lucha-del-amor-propio-frente-a-la-presion-social/
https://www.redaccion.com.ar/activismo-gordo-cuando-haces-de-tu-cuerpo-una-bandera-de-lucha/