Categorías

Enchastre Rosa

Manifestaciones tipográficas en la XXIX Marcha del Orgullo

Entre la diversidad de piezas que suelen encontrarse en las manifestaciones populares pueden contarse infinidad de afiches de diferentes tamaños y técnicas gráficas: pintados a mano, a partir de collage, impresos en serigrafía. De la multitud de consignas que se presentan cada año en la Marcha del Orgullo, elegimos centrar nuestro análisis en una campaña de difusión de la agrupación Orgullo en Lucha, que circuló inicialmente a través de redes sociales, y que el día de la marcha se materializó en múltiples formatos: remeras impresas en serigrafía, incontables flyers estampados en la pared, entre otras piezas que se distribuyeron gratuitamente entre lxs manifestantxs.

Flyer digital compartido por Instagram (@orgulloenlucha)

La campaña elegida denuncia el pinkwashing: la utilización de las luchas y reivindicaciones del colectivo LGBTIQ+ para maquillar la imagen de gobiernos (y corporaciones) marcados por políticas de ajuste, represión y explotación. Mediante la incorporación del slogan #Pride y los colores del arcoiris, buscan capitalizar la agenda del movimiento para instalar sus marcas y políticas bajo una carátula progresista que limpie su responsabilidad en la permanente marginación de las identidades que se encuentran por fuera de la heteronorma. Frente a esto, la Columna Orgullo en Lucha responde con la consigna pinkdirtying: la manifiesta oposición a la cósmetica neoliberal que impone un ideal higienicista en el espacio público, a través de la reivindicación del carácter marginal de la lucha, de las identidades criminalizadas y perseguidas por no entrar en los cánones hegemónicos de blancura y belleza.

Bajo estas premisas, se propone una campaña de acción directa: la reapropiación del espacio público y sus espacios destinados al marketing a través del “Enchastre Rosa”. Utilizando los recursos gráficos tradicionales de los afiches de protesta de manifestaciones populares (tipografías de palo seco en sus variables de mayor peso), las consignas de la agrupación empapelan la ciudad en un llamado a la acción de carácter contestatario. La tipografía ocupa un rol principal en las piezas, adquiere un valor de choque al volverse parte de la marcha, y junto con ella enchastra el paisaje urbano en sus distintas expresiones: remeras, afiches y volantes.

Estas manifestaciones tratan de vincularse con la historia del origen del movimiento que comenzó hace 50 años en Stonewall, cuando se decidió poner un freno al abuso policial con piedras y botellazos. Frente a la continúa apropiación cultural por parte del establishment, las agrupaciones retoman las tradiciones del afichismo y la protesta obrera para no dejar que nos corran el eje del objetivo histórico de nuestra lucha: la liberación de nuestrxs cuerpos.

Fotografía de la primera marcha después de Stonewall, 1969.
1