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Tipografía y Contexto visual

El grito animal

El afiche en las calles, comienza a ser una forma de protesta a partir de Mayo del 68’ en Francia. En la vía pública, toma protagonismo y encarna la voz del pueblo insatisfecho. 

Se convierte en un medio de expresión, una vía de reclamo al gobierno de turno, una voz política y social.

Reminiscencias gráficas

No es inocente el contexto ni la estética, la técnica y los soportes «El medio es el mensaje»

En la revuelta francesa, era necesario poner en imágenes y lo hacían por medio de técnicas amateurs, baratas, económicas, con formas toscas y contornos irregulares.

Reflejaban la insatisfacción y el malestar contra de las autoridades políticas, poniendo de manifiesto los problemas económicos, la falta de libertad de expresión, la censura y la violencia por parte de la policía. 

Se popularizaron los talleres de serigrafía ya que era la técnica más amable hasta el momento para imprimir gran cantidad de ejemplares y poder llevarlos a las calles de forma rápida. No había demasiado presupuesto y la necesidad de expresión era grande.  

Desde entonces, hasta el día de hoy, siendo que existen muchísimas posibilidades de producción analógica y digital, el afiche callejero mantiene formas productivas similares desde hace 50 años.

LA LUTTE CONTINUE
«La lucha continúa», cartel realizado en Mayo del 68´

Análisis discursivo

La acción principal de la agrupación VOICOT, es la de visibilizar la explotación animal por medio de mensajes y formas como las mencionadas en el «Mayo del 68’», centradas en el reclamo o la denuncia explícita, mediante intervenciones callejeras y pegado de afiches en la ciudad. El mensaje es claro: dejar al descubierto la crisis ambiental y moral que gira en torno a la explotación animal dejando consecuencias devastadoras.

Significantes y recursos formales

  • Tipografía (lettering)

La pieza probablemente fue realizada en serigrafía, a dos tintas. 

La técnica denota una impronta manual expresiva y retórica, acompañada de la ilustración. 

El soporte es un cartón seguramente levantado en la calle, medio roto, las letras hechas a mano con la tinta un poco desgastada, para reforzar la idea del hacer con lo que se tiene y con poco lograr decir mucho.

Esta escasez de recursos, potencia la imagen y nos da indicios de la autogestión de estos activistas y la falta de apoyo por parte del estado. 

  • Estética

Utilización de soporte barato y de descarte

Letras pintadas de forma artesanal

Utilización de sellos

Impronta analógica y rudimentaria que acompaña un mensaje directo

Uso acotado de color para lo tipográfico

  • Imagen

Arriba, el sello azul pegado al cartón (tomado de la misma gráfica que lleva el soporte), asociado al universo de la carnicería y del envasado, nos hace ver que tenemos el trozo de carne ahí mismo, exponiendo «la crudeza del mensaje». Las tipografías hechas a mano tienen similitud con los carteles pintados, típicos de carnicerías, pero en este caso vemos un juego retórico: «no comas carne, carne es muerte».

La relación de los elementos morfológicos potencia el sentido; una forma central con algunos picos angulosos posee en su interior la silueta calada de cuatro cerdos dentro de una industria colgados y carneados -por la posición hacia abajo- y la idea se termina de configurar con el humo de la chimenea, que tiene calada la palabra «muerte» y junto con la ilustración en color rojo, lo vinculamos a la idea de matanza, sangre y crueldad.

La palabra «veganismo» en azul, la asociamos a conceptos de vida, tranquilidad y paz.

El discurso, no sólo nos hace tomar conciencia -de modo impactante- del sufrimiento animal en las industrias cárnicas (y por ende nos invita al «no consumo animal»), sino también, muestra las consecuencias -indicio del humo-, haciendo alusión a los gases de efecto invernadero que provoca la producción de carne vacuna y porcina.

Otros carteles en contexto de VOICOT

Activistas de Voicot, llevando sus afiches a la vía pública.
Carteles de difusión de Voicot en la vía pública.

– Ver cuadro comparativo entre organizaciones

Conclusiones

Pensamos ambas, lo importante y necesario del activismo gráfico.

Generar conciencia sobre lo que no se quiere o no se puede ver, que es el holocausto cotidiano que sufren millones de seres sintientes como consecuencia de esta forma de alimentarnos. Mostrar lo que está suprimido y maquillado por la publicidad, la propaganda y las etiquetas de supermercado. 

El rol del diseñador frente a estas problemáticas sociales es fundamental: Según como comuniquemos, podemos visibilizar u ocultar ciertos temas, como en este caso.

Que el diseño gráfico muestre lo que suceda en verdad, para poder adoptar una nueva postura frente a estos temas, actuar, y hacer de este mundo un lugar más amable para todxs nosotrxs y todos los animales.

En el caso de Juli, se hizo vegetariana y entendió la dimensión del asunto, por una imagen. Por eso mismo, creemos en el poder transformador de la misma.

Fuentes:

https://theworldnews.net/ar-news/el-mapa-del-veganismo

https://graffica.info/mayo-1968-cuando-el-diseno-grafico-encarno-la-voz-del-pueblo/

https://www.voicot.com/