Lectores de revista
A la hora de diseñar una revista surgen preguntas básicas que definen la base de la misma, como por ejemplo, ¿Qué?, ¿Cómo?, ¿Para quién?, todas con el mismo nivel de importancia. Dependiendo de cómo se […]
A la hora de diseñar una revista surgen preguntas básicas que definen la base de la misma, como por ejemplo, ¿Qué?, ¿Cómo?, ¿Para quién?, todas con el mismo nivel de importancia. Dependiendo de cómo se trate el contenido de la publicación, la misma se dirigirá hacia un publico/lector o hacia otro. Al no tener la necesidad de publicarse todos los días como un diario, el contenido de la revista puede manejarse de diversas formas y, a su vez, dirigirse a un público más especifico.
Para explicar mejor este hecho voy a tomar el caso de las revistas de cine. Empezando por lo más general tenemos el caso de la revista “La cosa” Partiendo del estilo de tapa y el nombre de la revista, que impone un estilo bastante marcado e informal, al leerla uno se puede dar cuenta que los contenidos si bien son bastantes desarrollados no apuntan a un público tan profesional en cuanto al medio audiovisual, sino que son contenidos que abarcan la nota de un modo mas general apuntando a un público mas popular y nacional. Utiliza frases y juegos de palabras de la jerga argentina, tratando de generar cierta simpatía con el lector, y priorizando este aspecto por sobre lo profesional. Es decir que en su contenido muy rara vez se va a encontrar el análisis detallado y profesional del rodaje de una escena, o el tipo de cámara que se usó para la misma, sino que el contenido es un poco mas simple y superficial (lo cual no implica que sea un análisis poco profesional) para que el publico que no es del medio lo pueda entender igual. Un caso similar al anterior se encuentra en la revista “Fotogramas” primer revista de cine de habla-hispana. Al leer Fotogramas uno entiende que se dirige a un público mas general que profesional, sin embargo, la misma contiene criticas y columnas escritas por profesionales del medio que desarrollan temas de aspecto profesional y de una forma detallada. A su vez, al leer las reseñas y las coberturas de los eventos uno se da cuenta que se prioriza la sencillez de la información para que el público que no está en el ambiente audiovisual pueda comprender a la perfección el contenido de la nota. Metiendose en un terreno más profesional tenemos el ejemplo de Haciendo Cine, primera fuente de recursos sobre el medio audiovisual en Argentina y America Latina. Desde el nombre ya se puede predecir una tendencia hacia un público mas involucrado en el medio audiovisual que hacia un público general. Si bien el diseño de sus tapas son bastante similares a los de la cosa y fotogramas, los contenidos que tiene y cómo los trata la revista son mucho más desarrollado a nivel profesional (como por ejemplo análisis de mercado), indagando mucho más en el desarrollo de una película y la metodología de un equipo de producción que sobre el elenco o la trama superficial de una película, apuntando a un público con ciertos conocimientos de cine y diseño audiovisual. Cabe destacar que además de la publicación mensual de la revista, HC es reconocida por su Centro de Formación Profesional que ofrece Cursos y Seminarios Especializados dirigidos a estudiantes avanzados y profesionales del medio cinematográfico . Con una fuerte identidad presente tanto en el diseño de la marca como en el tratamiento de las imagenes, las tapas de Little White lies son ilustraciones de gran nivel, que en algunos casos roza lo artesanal. Si la persona no conoce la revista, puede relacionar la revista con la temática en cuestión por las imágenes de las tapas. Little White Lies es una de las revistas de cine que conlleva un gran trabajo de producción visual casi artesanal que se fusiona con el diseño editorial. Con gran cantidad de ilustraciones tanto en su tapa como en su interior, cada número de la revista se desarrolla entre una monografía y una revisión de cartelera, sin indagar tanto en cuestiones de laboratorio como la edición de sonido o los tipos de cámara, sino que desglosa la película a lo largo de la revista para analizar el aporte de la misma al medio. Se puede ver un ejemplo del trabajo que lleva la edición de un número en este enlace Siendo el caso opuesto a “La cosa”, KANE es una publicación dirigida especialmente a estudiantes de cine y artes audiovisuales en general, y que además, cuenta con el apoyo de la Carrera de Diseño de Imagen y Sonido de la FADU (UBA). Para las personas que no están en el ambiente, tanto el titulo de la revista como su tapa no remite directamente a la temática en cuestión, es decir que solo puede ser comprendida por aquellos entendidos de las artes audiovisuales. La publicación tampoco tiene un gran despliegue visual encontrando en en su interior mas texto que imagen y donde el papel principal le pertenece al contenido altamente detallado y profesional, similar a una investigación de laboratorio. Su discurso es bastante formal sin ser elitista.
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