En un contexto de competencia cada vez mayor, el concepto de marca país cobra relevancia al mismo tiempo que se popularizan los mecanismos de branding. Pero, ¿qué se necesita para construir una buena marca país? “Apostar por una promesa relevante para el público objetivo, diferente respecto a la competencia, creíble y sostenible en el tiempo. Se tiene que expresar a través de una identidad atractiva e impactante que permita capturar la atención en un entorno cada vez más saturado a nivel de comunicación y pueda generar un sistema el cual sea aplicable en diferentes soportes y contextos. El reto radica en desarrollar una promesa para públicos con necesidades muy diferentes y mantenerla a lo largo de los años. Conscientes de que los valores de marca repercuten en el turismo, en sus productos y en sus oportunidades de inversión, cada vez más países tratan de impulsar sus marcas.