Soporte tradicional vs. soporte electrónico

A diferencia de los libros tradicionales, los libros electrónicos tienen la capacidad de almacenar cientos de títulos en un mismo dispositivo, lo que reducen los costos económicos y a su vez reducen el espacio de almacenamiento. Cuentan con opciones de accesibilidad tales como el aumento de la letra, opciones de búsqueda de palabras o fragmentos del libro y hasta incluso algunas aplicaciones pueden utilizarse en simultáneo como diccionarios tradicionales y bilingües. Son fácilmente actualizables y al ser digitales no se agotan las ediciones.

Pero como todo también tiene su lado negativo.

No todos los títulos existentes están disponibles en formato digital, muchos de ellos todavía no han sido digitalizados para su uso en e-books.

Para poder utilizarlos es necesario tener un mínimo de conocimiento de tecnología, conexión a internet, carga y descarga de contenidos. A su vez, al ser un dispositivo móvil, está sujeto a la carga periódica de batería y está expuesto a fallas propias de la electrónica.

Por otro lado, los libros impresos cuentan con otras comodidades distintas a las tecnológicas. Es posible realizar apuntes sobre las hojas. No es necesario contar con electricidad o soporte externo para utilizarlos y provocan menor desgaste visual.

Además ofrece al lector una experiencia de sentidos. El soporte permite sentir la textura de las hojas y el olor particular de la tinta sobre el papel que tanto atrae a los nostálgicos de la lectura. Se produce una conexión única entre el objeto y el lector.

Las ediciones suelen ser limitadas y pueden no volver a editarse, lo que le da un valor especial a libros que no se consiguen fácilmente, se vuelven objetos preciados. Si bien ocupan bastante espacio y tienen valores elevados, las bibliotecas con grandes colecciones pueden convertirse en un tesoro invaluable.

Generalmente se cree que utilizando el libro electrónico se tiene mayor conciencia ambiental ya que se reduciría la tala de árboles y el uso de productos contaminantes en la fabricación de papel, pero no se tiene presente que el proceso de fabricación del aparato que soporta los libros portátiles y los desechos electrónicos que producen son más contaminantes aún, por lo que la conciencia ecológica depende de nosotros.

Hoy en día ambos soportes son de fácil acceso y conviven sin inconvenientes. Afortunadamente la elección del que nos resulte más cómodo queda en nuestras manos.

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