Seis días haciendo la vista gorda.
Sobre como empezar un domingo y el valor de la información.
Detrás del bowl con lechuga recién lavada para la ensalada que va a acompañar al asado que se cocina en la parrilla, asoma el suplemento de cultura. Y si… Domingo.
Entre lagañas y resaca voy directo a la página que, cuál cronograma de festival, anuncia día por día todos los eventos culturales que la redacción eligió publicar para esa semana.
Por motivaciones personales, primero empiezo por los que conciernen a la música, que con un destacado cyan en bold de palo seco, permiten su distinción entre el violeta para cine, el naranja para danza y el verde para teatro.
Es el único momento de la semana en que agarro un diario impreso y me detengo a leerlo.
Que los diarios son subjetivos, tendenciosos, persuasivos y mentirosos no es una novedad. Mas echarle la culpa al diario, parece un poco ingenuo.
El diario informa, plantea un juego de enunciación entre una propuesta de realidad y una toma de postura sobre la misma. Y resulta de ese contrato entre el mensaje de la redacción y la decodificación más o menos delicada del lector, la construcción de la realidad colectiva. Es por esto que estar en contra de los diarios suena absurdo, hasta irresponsable. Dado que la circulación de la información es el único recurso que tenemos para tomar partido sobre las cosas, sobre la realidad.
Ahora bien, parece contradictorio hacer eco sobre la importancia de la lectura de los diarios y el valor de la información, cuando solamente abro uno por semana. Y es acá donde se centra el punto de este post.
Que para determinado diario, la danza sea naranja y el cine violeta no deja de ser una estrategia de comunicación, del mismo modo que la elección del tipo de evento que sugiere el suplemento de cultura que leo cada domingo o la carga de sensacionalismo que se le da a un titular, dependiendo de su tamaño, su decisión tipográfica, el color y su ubicación en página. Todas estas decisiones traen por detrás un sinfín de estrategias que incluyen una noción previa sobre quien va a ser el lector y cual es el mejor modo de comunicar la intención primera del mensaje.
(Tapa Revista Gente) 
(Tapa diario sensacionalista, Libre) 
(Nik, humorista gráfico diario La Nación)
El manejo de la información y la prensa funciona como un arma muy poderosa de “hacer-hacer” por la cual como hijos de un mundo altamente globalizado y por demás mediatizado, nuestro único escudo es informarnos y de la misma manera comprender que como diseñadores cada decisión que tomamos, otorga una nueva carga semántica al mensaje que comunicamos.
Haciendo uso de las grandes ventajas de la época en cuanto al acceso a la información, los invito a mantener encendida la voluntad de ver que pasa en la otra cara de la moneda que nos presentan. De este modo, queda en cada uno de nosotros decidir que leemos y como nos ubicamos con respecto a lo que leemos y para esta ultima tarea voy a citar a mi abuela, quién siempre decía: ”Hay que leer de todo un poco y de un poco, todo”.
A continuación dejo unos links sobre distintas cooperativas de comunicación o espacios de información que suelo frecuentar los otros seis días de la semana en los que hago la vista gorda.
Y unos links de descarga de películas que hablan sobre el papel de los medios de comunicación en la sociedad…
https://www.youtube.com/watch?v=Cko8R2ZSEzE – “La Revolución no será transmitida” (O’Briain, Bartley)
https://www.youtube.com/watch?v=OVY4ehqJjAA – «Capturing the Friedmans» (Andrew Jarecki)
https://www.youtube.com/watch?v=ZXm7536T6a4 – “El Rati Horror Show” (Piñeyro. E)
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