No todo es tecnología de punta ¡pero sirve!
El antes y el ahora de un taller que sigue produciendo periódicos con el mismo entusiasmo que en sus comienzo, pasando por una gran cantidad de modificaciones tecnológicas a lo largo de su história, una pequeña visita al Diario «La ciudad» de Avellaneda.
Una de las cosas más interesantes de mi carrera para mi es poder ver todo el proceso de trabajo de mi diseño, desde el cómo se plantea una idea, pasando por el aspecto manual y digital puramente de diseño, hasta el momento de impresión, reproducción y distribución.
Así fue como pensé en mostrarles el último de éstos momentos ya que, para hablar de “diseño” está la FADU y más precisamente el taller.
Éste Martes pasado visité y registré mi visita al diario “La ciudad” de avellaneda, los procesos de producción no son los de más alta tecnología pero sin embargo sirve para abastecer el rango de distribución, es decir, el partido de Avellaneda con aproximadamente 3.500 ejemplares diarios.
Antiguamente existía en éste lugar una sala donde los periodistas se dedicaban a la redacción de las noticias en máquinas de escribir, hoy en día y con el avance de la tecnología ese paso se suprimió por el uso de la computadora donde se diseñan las páginas con modulaciones pre-determinadas aunque éstas puedan variar con el uso de propagandas. Y una vez colocadas las noticias se imprimen las páginas en papel vegetal o papel de polyester en forma espejada (como una especie de película), pero ¿Por qué se espejan? Porque éstas van a ser colocadas en chapas y puestas en una Insoladora para que se transfiera la información y luego quitando el exceso de químicos se revele la página sobre ésta. Finalmente las chapas se colocaran en máquinas de Offset donde los rodillos de caucho llenan de tinta la placa metálica y ésta a su vez la transfiere al pliego generando así el crudo de un diario el cual luego se refila y ordena manualmente.
Proceso digital de armado de páginas.
Película vegetal espejada.
Insoladora que transfiere la película a la chapa.
Chapa revelada.
Máquina de Offset con chapa colocada.
Detalle de la chapa y cauchos de tinta.
Diario sin refilar.
Máquina refiladora de pliegos.
Periódico terminado.
Los métodos más antiguos
Durante mi visita, quienes estaban a cargo de guiarme, me mostraron las antiguas formas en las que se producía el diario. Todo comenzaba en la sala de redacción anteriormente citada, donde la información se obtenía de lo que hoy es una vieja biblioteca, con datos y noticias de reserva como por ejemplo fechas patrias o antiguos festejos del día de Avellaneda (hoy, esos datos se encuentran en internet o en una base de datos de manera digital); pero la parte más interesante sucedía en el taller donde la máquina de linotipo que puede verse en la imágen era manipulada por expertos dedicados a ella, éstos componían las páginas a partir de bloques muy pequeños de familias tipográficas hechas en bronce, donde por cada bloque de diferente cuerpo se debía comprar toda la familia; cuando el renglón se completaba, esta máquina fundía la línea de texto en plomo (método bastante contaminante para el ambiente del taller que estaba constantemente fundiéndose para crear los diferentes párrafos). Así se generaban renglones de texto que, si se producía algún error de redacción, éste se verificaba antes de imprimir y había que volver a fundir la línea.
Del mismo modo tanto los “filetes”, como los recuadros de texto y hasta las imágenes se generaban con tacos de madera y zinc grabado. Finalmente se componía la página en una caja de madera y se imprimía hasta 8 páginas por pliego (mientras que hoy en día son solo 4).
Máquina de escribir donde antiguamente se redactaban los textos.
Teclado de la máquina linotipo
Máquina de linotipo en desuso.
Piezas de bronces, en su lateral se encuentra un signo tipográfico en un determinado cuerpo.
Imágen grabada en Zinc sobre taco de madera.
Recuadro para destacar textos.
Caja de composición, a la derecha un antiguo tipómetro con medidas en picas (usado hasta 1993); a la izquierda componedores para amar títulos.
Éste informe fué dedicado para que puedan conocer lo que es un taller de diario de barrio (a partir de el registro fotográfico del lugar), como se produce hoy en día sin máquinas de última generación (pero que sin embargo abastecen la zona de distribución) y un poco de historia de los viejos métodos de producción que a mí en particular me llaman mucho la atención al reconocer el gran esfuerzo que llevaba hacer un diario y la facilidad que hoy tenemos gracias a la tecnología.
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