El orden de la información
Recorrido por los recursos y elementos que dan un orden claro y bien jerarquizado dentro del diario, que permita al lector orientarse y abordar las notas sin complicaciones.
La organización de todo lo que incluye el diario puede pasarnos desapercibida a veces, y no permitirnos reconocer los muchos elementos de jerarquización que éste nos propone para orientarnos, o ayudarnos a decodificar que elementos probablemente serán de mayor importancia para nosotros los lectores.
Un periódico es un espacio totalmente jerarquizado, donde cada trozo de la página tiene su nivel de importancia. Si empezamos a desarmar el periódico en partes y las miramos con más atención, podemos ver qué recursos participan en ellas y cómo nos guían en el orden de lectura.
LA TAPA
Ya a simple vista nos damos cuenta de que las tapas de diarios presentan mucha información junta, lo que fácilmente podría hacer que toda la página sea muy compleja y caótica para el lector. Ahora bien, existen muchos elementos que diferencian una tapa difícil de abordar, de una compleja, pero comprensible.
- En el nivel más básico, está el espacio que ocupa en la página. La nota principal siempre es fácil de diferenciar por abarcar el mayor espacio de la tapa. Generalmente ubicada por el centro, y con una diferencia de tamaño muy contrastante en relación a las demás notas secundarias. Éstas, tienden a estar homologadas entre sí, y suponen un segundo nivel de lectura parejo, ya que no se diferencian entre sí de una manera fuerte, y suelen estar juntas en los costados. Muchas veces podemos encontrar un nivel intermedio de nota, que vendría entre la principal y las secundarias, y abarcaría un espacio intermedio.
- En segunda medida podríamos hablar de los elementos que acompañan la nota. En este aspecto, la nota principal casi siempre irá acompañada de imagen (o con un titular que compense la falta de imagen), mientras que las notas menores no siempre la tendrán. A su vez, la aparición de elementos como la volanta, la bajada, el epígrafe, los destacados, o artículos vinculados suelen remarcar la importancia de una nota, ya que los artículos marginados no manejan los mismos niveles de lectura y jerarquía que los artículos principales y secundarios.
- Y finalmente la escala de todo lo que integra la nota. Esto se relaciona y abarca los aspectos anteriores, ya que si nos encontramos con una nota principal que no propone una imagen, para que el lector la reconozca como tal será necesario que el tamaño que ocupe en el plano sea mayor, que el cuerpo tipográfico se destaque más de las notas secundarias, que la bajada sea más larga tal vez, etc. Así mismo, nunca se imaginaría que las imágenes de las notas menores tengan un tamaño parecido al de la principal, o secundaria. Son relaciones simples de jerarquía y proporción que ubican al lector el camino de importancia a seguir, de manera que éste pueda ser atraído a las notas que el diario presupone más interesantes para él.
EL INTERIOR
La mayoría de los conceptos que ordenan y jerarquizan la tapa, se siguen sosteniendo en el interior, pero podemos agregar algunos más que empiezan a participar cuando nos adentramos en la extensión de las notas y la convivencia entre ellas.
- Primeramente, la longitud de una nota. Básicamente es equivalente al espacio que ocupa en la página, pero con la diferencia de que una nota puede ocupar más espacio pero no abarcar la misma longitud de texto, por lo que la que sea más extensa, probablemente tenga mayor importancia.
- Relacionado con el punto anterior, las columnas. Esto se refiere a que según la modulación que el diario tenga, las notas que abarquen más columnas, se supondrán de mayor importancia para el usuario. Así, si el título abarca todas las columnas de una página, es posible que ésta nota sea principal en esa hoja, o hasta implicar que es una doble página del mismo artículo. De igual manera, la grilla puede permitir que un artículo se destaque por tener una columna del doble de ancho, o que se forme sobre alguna modulación diferente, generando una diferencia con las demás.
- La ubicación en la hoja. En este aspecto, hay que considerar que hay espacios de la doble página que atraen al ojo más rápido, siendo la página impar (la derecha) más llamativa y por lo tanto más cara para la publicidad; y a su vez, el sector superior de la hoja es más jerárquico que el inferior. Por esta razón, la ubicación en relación a estos puntos posee más pregnancia.
- Los elementos complementarios. Así como en la tapa, las imágenes, volanta, bajada y epígrafe, son recursos que destacan a las notas (a más información expuesta, mayor importancia), pero en el interior del periódico aparecen además, los gráficos, los recuadros de datos, y otros elementos que permiten que el lector pueda ver que un tema es más complejo, o completo, y por lo tanto entender su jerarquía.
- Los recursos de color y peso. Dentro de los elementos que destacan una nota, pueden nombrarse cosas como los plenos, la tipografía en color, los recuadros sobre plenos, las variables tipográficas de mayor peso y demás. Todos estos y más, pueden servir bien a la hora de diferenciar el orden de valor entre artículos menores, que no tendrán herramientas tan fuertes como un titular grande, o una imagen introductoria, sino que necesitarán cosas más pequeñas para separarse entre sí.
Ya habiendo entendido las muchas maneras que se presentan para ayudar al usuario a decodificar los niveles jerárquicos del periódico, no hay que olvidar que aún dentro de los artículos en sí mismos, existen niveles de lectura. No querríamos que la bajada opaque al título, ni que la volanta se lea al final, y demás, por eso hay que recordar que esta organización que rige el periódico en su totalidad, también debe entenderse en cada nota en sí misma. Los espacios entre elementos, los tamaños de cuerpos, variables tipográficas, anchos de columnas, calles y recursos complementarios del texto, siempre deberán tener un recorrido y niveles tan claros como la doble página en general.
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