Ilustración en libros
Ilustración, algo más que un adorno del libro. Un poco de historia sobre la ilustración en libros, desde la Edad antigua hasta la actualidad.
La ilustración en libros es algo más que un adorno en una página, es un recurso gráfico que nos ofrece un reflejo del libro, del contenido, funcionan como difusor de ideas, y puede ser tan atractiva que sea el motivo de interés del lector.
Acá les dejo un breve recorrido de la historia de la ilustración.
Una ilustración es una representación gráfica del contenido del libro, y las que tienen fines decorativos se las llaman ornamentación. A lo largo de la historia podemos observar como la ilustración muestra la habilidad de los artistas, que atrae a los lectores y entusiasma a otros artistas a seguir ilustrando.
La ilustración en la Edad Antigua
La ilustración era un arte conocido por los egipcios desde épocas remotas: de hecho, su misma escritura era ya un tipo de ilustración. Más tarde apareció la viñeta, que se diferenciaba del texto por un recuadro y a veces por un fondo de distinto color. En el mundo grecolatino se empleó también la ilustración, en rollos ornamentados con motivos geométricos.La aparición del pergamino favoreció la ilustración del libro, ya que reunía mejores condiciones para ello que el papiro.
La Edad Media
Fuera de Italia, la ilustración se redujo a las iniciales en las que se entremezclan hojas con cabezas estilizadas de animales reales o imaginarios y algún motivo ornamental, que se difundieron sobre todo por la acción de los monjes irlandeses.
En el siglo XIII hace su aparición el gótico. El libro recibe aires secularizadores y la ilustración adquiere una brillantez hasta entonces desconocida. Los ilustradores consiguen la representación pictórica de lo que narra el texto, y la misma composición de la página se hace en función de su decorado. Así, texto e ilustración se rodean de motivos vegetales minúsculos y delicados, con empleo del dorado y el llamado «azul francés» y las escenas representas momentos de la vida cotidiana. .
Los primeros libros impresos
Con la aparición de la tipografía comenzaron a utilizarse también iniciales y estampas grabadas por distintos procedimientos.
El grabado de estampas ya se practicaba en Europa con técnicas xilográficas desde principio del siglo XIV, especialmente para obras populares de poca calidad -juegos, barajas, etc- y obras donde el texto era casi inexistente. Pronto pasó al libro, también en principio en forma de grabados populares de escaso valor artístico. Sin embargo, ya a finales del siglo XV y principios del XVI se hicieron famosos algunos libros por la calidad de sus grabados, de manera que junto al grabado popular de baja calidad, conviven obras de altura artística sorprendente.
La xilografía comienza a decaer. A finales del siglo XV hizo su aparición la calcografía, mucho más apta para la representación fidedigna de las ilustraciones, que poco a poco fue ganando terreno por la facilidad que prestaba a la reproducción de las obras científicas y tratados de viajes.
Del siglo XVII al siglo XIX
El interés de los pintores por la ilustración del libro casi desapareció en el siglo XVII, pero el interés general por la ilustración reaparece en el siglo XVIII con el grabado en madera (consistente en grabar sobre láminas de madera cortadas transversalmente).
Pero las influencias más notables en cuanto al estilo de ilustración y los motivos utilizados procedían del arte rococó, donde la ilustración del libro adquiere un aspecto elegante y frívolo -rosetones, amorcillos, guirnaldas, florones-, y no se limita a narrar o sugerir la escena plasmada en el texto, sino que decora todo el libro con cabeceras, orlas, iniciales y culs de lamp.
A mediados de siglo, se abandonan las elegantes y alegres líneas del rococó para pasar a la regularidad absoluta y la simplicidad lineal, evocadora de la antigüedad, característica del arte neo clásico.
El romanticismo favoreció extraordinariamente la ilustración del libro, pudiéndose hablar de una ilustración romántica basada sobre todo en motivos medievales, ruinas antiguas y también ilustraciones que resaltaban los caracteres propios de las regiones -surgían los primeros movimientos nacionalistas. Con la desaparición del Romanticismo la ilustración decae pero se mantiene en todas las obras de gran difusión destinadas a un público amplio -novelas, folletines, etc.- y le presta un apoyo considerable al recién aparecido libro infantil. Para hacerlo más agradable y llamativo, los dibujos se colorean, primero a mano, por niños y mujeres empleados con bajos sueldos, y más tarde mediante el procedimiento de la cromolitografía.
El siglo XX
La ilustración del libro ha sufrido los mismos cambios que todos los demás aspectos de la obra, desde el contenido hasta su misma concepción. Las técnica llegaron a tal perfección que los libros de hoy pueden llegar a ser verdaderas obras de arte gráfico. Pero lo que más ha cambiado es el concepto de ilustración.
Para la ilustración del libro se utilizan hoy día indistintamente originales fotografiados o diseñados, nacidos con la finalidad de ilustrar el libro o no. Las corrientes artísticas han influido de forma decisiva sobre la ilustración del libro, que en muchos casos ha sido su mejor medio de difusión.
Revista de Artes Nº 7 – Julio 2007
Les dejo un video para tomarse un recreo y mirar un lindo corto sobre libros, ilustración, y arte.
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Etiquetas: historia, ilustración, Libro