Cátedra Cosgaya Tipografía 1 y 2 | Carrera de Diseño Gráfico | FADU/UBA
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Diarios Sensacionalistas

Dentro de los diferentes géneros periodísticos siempre me llamó poderosamente la atención la prensa roja, también llamada marrón en Perú o amarilla como la conocemos nosotros. Más allá del color con el que la queramos […]

Dentro de los diferentes géneros periodísticos siempre me llamó poderosamente la atención la prensa roja, también llamada marrón en Perú o amarilla como la conocemos nosotros. Más allá del color con el que la queramos nombrar, me refiero al tipo de prensa sensacionalista. Es un estilo que cuenta con una identidad y características muy marcadas tanto por los temas que trata como desde la perspectiva con la que se los aborda. Además cuenta con una estética propia que se ve reflejada tanto en sus gráficas como en lo tipográfico.

Aprovechando que estamos con el TP de Periódico me propongo a continuación, hacer un breve análisis de este tipo de publicaciones.



Sus orígenes

Podríamos empezar por definir el término sensacionalismo como toda tendencia destinada a producir una sensación, impresión o emoción exacerbada de un hecho en particular. Frecuentemente, resulta difícil trazar una línea tajante entre el sensacionalismo y la prensa amarilla. El amarillismo dentro del periodismo surgió como una evolución del primero e intenta dramatizar o enfatizar los aspectos más atractivos de la noticia con el fin de captar la atención del lector. Ante la cada vez mayor competencia de periódicos sensacionalistas, surgió el amarillismo como un nuevo nivel con una exageración muy superior y, en la mayoría de los casos, con noticias falsas o de dudosa verificación.

El término prensa amarilla surgió en Estados Unidos a finales del siglo XIX a raíz de la feroz competencia entre dos de los principales diarios de Nueva York: el New York World de Albert Pulitzer y el New York Journal de Rodolf Hearst. En su intento por instaurar sus imperios de prensa después de la guerra civil americana, comenzaron una batalla periodística sin precedentes y el tono de sus artículos fue subiendo gradualmente hasta llegar a niveles nunca vistos en donde se les llegó a acusar de inventar noticias, pagar a personas o alterar los hechos para crear más interés en los lectores con tal de aumentar sus ventas. El color amarillo pasó a representar este tipo de periodismo sensacionalista a raíz de una tira cómica muy exitosa llamada The Yellow Kid (1895 – 1898) que ambos periódicos publicaban y en donde a menudo se proporcionaba información falsa para atraer al público lector. Como antecedentes locales podemos mencionar al diario Crítica (1913) de Natalio Félix Botana.

Sensacionalismo y prensa amarilla

El  sensacionalismo es un término periodístico peyorativo que denuncia la manipulación informativa tendente a producir sensación, emoción o impresión. Se caracteriza por brindar información sin escrúpulos donde se busca contar o mostrar aspectos de una noticia que no tienen como fin comunicar para el bien de la comunidad algo en particular, sino mostrar aquellos detalles que rodearon las circunstancias. La mayoría de las veces se viola la intimidad de los protagonistas de la noticia, como por ejemplo, cuando se informa un asesinato recurriendo al uso de imágenes de la morgue o en el peor de los casos del mismo lugar del hecho. Ocurre lo mismo cuando se apela al dolor de los familiares o las especulaciones sin fundamento para obtener una mayor tirada con sus consecuentes beneficios económicos.

Los diarios amarillistas son fuente de entretenimiento, de satisfacción de necesidades, de protagonismo y también de voyeurismo público donde su función principal es cooptar al lector mediante el morbo de lo políticamente incorrecto.



Características principales

La prensa amarilla de nuestra época presenta algunas particularidades:

Conclusiones

En la actualidad, los límites de este género periodístico trascendieron sus propias fronteras contagiando a diarios considerados “serios” o de investigación periodística. Las exigencias del mercado en un mundo capitalista donde todo es vendible al mejor postor, hicieron que este tipo de prácticas se popularicen en el periodismo en general en detrimento de la calidad informativa. El objetivo es claro: reducir la solemnidad de antaño y entretener al lector para ampliar el margen de llegada dentro de la sociedad. Un proceso similar puede observarse en los noticieros televisivos donde abundan las secciones frívolas o pasatistas que sólo apuntan aumentar el rating.

Finalizo este análisis citando a Noam Chomski: “A pesar de todo, el amarillismo sigue siendo la mejor posibilidad de acceder a la realidad circundante, especialmente desde una perspectiva de sosiego y reflexión, en la que gana la partida a la radio y a la televisión. Habrá, pues, que consumirla pero desde una actitud de crítica sospecha y de análisis sistemático de sus contenidos para ni llamarse al engaño ni infravalorar sus mensajes».

 

Fuentes

Luego de leer esto, quienes quieran saciar su morbo sin culpas pueden recorrer las tapas del diario ESTO! de Paraguay (la edición impresa se consigue en Retiro y Constitución). Tiene un poco de todo: muertos, sangre, machismo, homofobia, cosificación de la mujer y trata de blancas.

No apto para impresionables.

http://www.estoparaguay.com/



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