La revista como arma
En tiempos de pánico, represión y persecución, la revista fue el medio elegido para expresarse, defender ideales, y promover principios sin pensar en consecuencias. Esto fue lo que pasó en Alemania a principios de la década del ’20 con la publicación de AIZ.
Durante la primera guerra mundial, cierta parte del periodismo alemán, que se resistía a que los nazis siguieran ascendiendo en el poder, tuvo que buscar la manera de adaptar sus formas de comunicación para un público obrero, con bajos niveles educativos y de formación.
En el año 1921, aparece la revista ilustrada AIZ, con evidentes rasgos antifascistas y procomunistas que tuvo que cambiar varias veces de nombre y el lugar de edición debido a la persecución política que vivía por parte del gobierno de turno. Casi una década después de su creación, se convierte en la revista ilustrada más vendida de todo el país.
El éxito de AIZ se debió a la cultura de la prensa de Alemania, sumado a técnicas vanguardistas y novedosas, que aportaron visualmente a la revista, como por ejemplo el fotomontaje y las fotografías que sustituyeron a las ilustraciones. Éstas buscaban representar la actualidad de una manera irónica, y prácticamente burlona, ridiculizando a los políticos, poniendo en evidencia sus defectos y sus malas decisiones. Una actitud única para la época, ya que el miedo y la persecución que vivía la gente hacían que prácticamente nadie se expresara en forma rebelde contra los nazis.
El artista más destacado en los fotomontajes y collages fue John Heartfield, cuya frase de cabecera era «¡Utiliza la fotografía como arma!», cosa que pudo llevar a cabo de manera eficiente. Sus piezas mostraban disconformismo y molestia, criticando de manera dura al nazismo, sin temer a las consecuencias que pudieran traer.
AIZ trajo una nueva forma de diseño editorial: cambiaron las formas de presentación. Donde antes la imagen acompañaba al texto de manera complementaria, ahora la fotografía, ilustración o collage, pasa a un plano protagonistico, donde lo escrito solo aclara lo que la imagen no puede decir. La estructura de esta revista, se basa en los fotomontajes de Heartfield, que no solo introducían al tema desde la tapa, sino que organizaban el interior de la misma, mostrando un mundo que para las demás revistas ilustradas parecía no existir.
Así fue como la revista comenzó a tener una participación evidente en la política del momento, sin miedo a la censura, o a reacciones políticas, aunque la vida de AIZ finalizó cuando Hitler asumió al poder, y Heartfield se exilió a Praga, dónde la revista no tuvo tanto éxito, y los intentos de llevarla a Alemania fracasaron.