Hace mucho tiempo la comunidad trans, travesti, transgénero lleva adelante una lucha por el reconocimiento de derechos humanos que históricamente nos han sido vulnerados debido a la discriminación a nivel nacional y mundial; el trabajo es sin duda uno de ellos. Sin trabajo no es posible vivir en un mundo capitalista, lo cual, sumado a otras problemáticas, incide directamente en nuestras expectativas de vida, siendo ésta no mayor a los 35 años. De allí este reclamo por la inclusión que permite un mejor desarrollo de vida, basado en el respeto y reconocimiento de identidades de uno de los sectores más vulnerados de la sociedad.
La pieza pertenece a una serie de imágenes diseñadas para la Campaña Nacional de Cupo e Inclusión Laboral Travesti Trans (integrada por más de 250 organizaciones) a mediados del 2020. Estas piezas comparten la misma paleta cromática, las ilustraciones de Lohana Berkins y Diana Sacayán y un bloque de texto que varía según el formato y el mensaje que quiere comunicar.
Por el momento no hemos logrado identificar la familia tipográfica utilizada, pero igualmente podemos marcar algunas características: es de trazo uniforme con leves contrastes, que son en realidad compensaciones ópticas; viendo la imagen b, observando la tipografía en minúscula, se puede notar una altura de x bastante alta y con altura de ascendentes un poco más alta que la de mayúsculas. Todas estas particularidades nos permiten ubicar a esta familia (desconocida) dentro de las sans serif geométricas. Su simplicidad morfológica facilita su lectura, pero es poco accesible para las personas con dislexia.
El bloque de texto presenta una ligera inclinación que, junto con la composición de la ilustración (personajes más pequeños al fondo y figuras notables al frente que se van al corte), hace que no sea estático y refuerza la idea de movimiento. El texto en mayúsculas se puede entender como “un grito de lucha” que potencia el mensaje de la pieza.
Dicha ilustración ocupa un lugar protagónico en la pieza, a tal punto que compite con el texto. El uso del color magenta, cian y blanco no es una cuestión al azar sino que remite a la bandera trans. El color amarillo, por su parte, tiene varias funciones: es el sol en la ilustración de la marcha, destaca la palabra “banderazo” y y hace un juego con el color cian en referencia a la bandera Argentina. La paleta cromática le da identidad y pregnancia a la imagen pero se ve demasiado vibrante.
Se trata de una pieza producida de manera digital, principalmente, con el fin de ser difundida en redes sociales. A su vez, como es una imagen vectorial se puede reproducir con facilidad en otros formatos impresos. La ilustración tiene cierta semejanza con la técnica del esténcil, una forma de arte callejero similar al graffiti, con contenido social, político y/o de protesta.
En resumen, es una imagen con un mensaje claro y pregnancia pero se podría mejorar con algunos ajustes en el uso del color, en el texto y en el tamaño de los elementos.