Los y las adolescentes estuvieron más expuestos a pantallas gracias a la pandemia del COVID-19, logrando que estén también más expuestos a discursos de odio que circulan diariamente en internet. Frente a esto, UNICEF presenta una campaña para concientizar acerca de un uso más responsable de las redes sociales, con un mensaje empoderador destinado a todxs aquellxs adolescentes que sufrieron algún tipo de maltrato en redes sociales.
La pieza corresponde a una campaña digital realizada en 2021 por UNICEF llamada #LoSientoHater, en el marco del “Día de Internet” el cual se celebra todos los años a nivel mundial. La campaña busca concientizar acerca de los discursos de odio que circulan en Internet y redes sociales, que tienen a chicas y chicos tanto como víctimas como reproductores. Desestimar los discursos de odio en redes sociales, silenciar, eliminar, denunciar y/o bloquear en la red a la persona que hace comentarios abusivos, son algunas de las estrategias para enfrentar este tipo de situaciones.
“Quienes promueven mensajes de odio lo hacen sin tener real dimensión del daño que generan. La discriminación lleva a la exclusión y la exclusión lleva a tener pocas opciones. Yo la sufro por ser una futbolista trans y no es justo porque los sentimientos no tienen genitalidad ni género. Los discursos de odio generan un sufrimiento real”
Mara Gómez, futbolista trans que participó de la campaña.
La pandemia del COVID-19 produjo que la navegación web aumentara un 70%, la visualización de televisión un 63% y el uso de redes sociales un 61% sobre las tasas de uso normales. De esta manera los y las adolescentes pasaron mucho más tiempo frente a pantallas. Esto trajo como consecuencia que el 18.5% de los y las adolescentes hayan sufrido una exposición a los mecanismos de odio que se propagan rápidamente en internet y redes sociales, por motivos que tienen que ver con la forma de ser de las víctimas que no responden a un estereotipo de persona hegemónica o normativa, logrando estar expuestas a situaciones de discriminación, maltrato, cyberbullyng y violencia por los denominados “haters”. Estos son los que se encargan de reproducir estos tipos de discursos de odio. Se encargan de realizar comentarios y acciones negativas e hirientes para abatir a otra persona con la intención de hacerla sentir mal. Esta problemática permite incrementarse con facilidad a través del anonimato que te pueden ofrecer las redes que permiten expresarte libremente con otros usuarios. De esta manera, la iniciativa tenía como objetivo dar herramientas y empoderar a adolescentes con una frase desafiante que alienta a la aceptación personal, más allá de los comentarios de los otrxs, fomentando el desestimar los discursos de odio que se puedan producir en Internet y de esta manera incentivar un uso más responsable y consciente de las redes sociales.
En cuanto a las características tipográficas de las cuales es protagonista la pieza, se puede observar cómo estas van en concordancia con el concepto o mensaje que se quiere trasmitir, vinculando lo que es el partido conceptual y el partido tipográfico, a través de una combinación de familias: por un lado la Swiss 721 con la variable bold, muy similar a la Helvética, cuya tipografía de palo seco se usa para comunicar un mensaje conciso, urgente y preciso vinculado a la idea moderna del Estilo Internacional Suizo de lograr comunicar un mensaje claro y funcional que se pueda leer de manera sencilla y rápida, y por otro el uso de una tipografía “pixel” cuyo trazo está basado en cuadrados que simulan ser pixeles, la unidad mínima por la cual se componen las imágenes en pantallas. Esta decisión está relacionada directamente al mensaje que se quiere trasmitir con la pieza, el cual tiene como tema central el lugar en donde se producen los discursos de odio: Internet y redes sociales, es decir, en pantallas.
La combinación de ambas familias de manera no tradicional, alternando familias y colores de manera desordenada pero sin perder la semántica, no es arbitraria si no que es pertinente. Podría entenderse como una representación conceptual de lo que es ser diferente, contrahegemónico y diverso que, con ayuda del recurso formal de la utilización de varios colores, decide mostrarse con mucha identidad aceptando y mostrando eso que es, mostrando la diversidad y comunicando conceptual y tipográficamente aquello que dice. “Lo que no te gusta de mí, a mí sí”, es decir, aquello que se muestra como diferente o diverso se revaloraliza al trasmitir un mensaje empoderador, frente al discurso que los haters hacen queriendo desvalorizar esas diferencias que no gustan, que molestan. Las diferencias y la diversidad existen, deben ser visibles y deben ser aceptadas, sobre todo por nosotrxs mismxs a pesar de los comentarios de los otrxs.
Por su parte, los colores utilizados y las ilustraciones presentes en el sistema visual total de la campaña que se pueden ver en las otras piezas, pueden entenderse como un recurso formal que es utilizado en relación al público que es dirigido: los adolescentes. De esta manera, la tipografía y las ilustraciones se unen por criterios formales que tienen que ver con el manejo cromático, logrando un lenguaje visual total muy vivo y llamativo para lograr visibilidad.
Otras piezas de campaña
De esta manera, la pieza pretende instaurar un mensaje positivo a todas aquellas personas que posean algún tipo de diferencia que hace que su identidad no responda a los estándares sociales y culturales establecidos, fomentando la visibilidad y la aceptación propia tanto de los distintos gustos personales como de la identidad completa en sí. La pieza funciona entonces como un mensaje de respuesta que callan los discursos de odio empoderando las distintas formas de identidad y como una reflexión y concientización de los discursos que podemos llegar a crear en Internet a través del uso de las redes sociales.
- UNICEF (2021): https://www.unicef.org/argentina/lo-siento-hater
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