El Fileteado Porteño

El fileteado no es solamente decorativo, sino que se convirtió una manifestación de los valores socioculturales bonaerenses.

El fileteado es un estilo artístico que nace en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, hacia fines del siglo XIX con la finalidad de decorar carros. Sus intensos colores rápidamente cubrieron los grises rincones de la ciudad, llegando a aparecer en colectivos y camiones.  Los inicios de este estilo no fueron documentados, por lo cual basamos esta información en los testimonios de maestros de este oficio, muchos de ellos inmigrantes europeos.

En 1975, una ley prohíbe el fileteado de transportes públicos y tras este hecho, los fileteadores comienzan a variar los soportes de su arte: carteles, vitrinas y objetos fileteados nos muestran la autonomía de este estilo. Con su extensión en progreso, se vuelve un producto cultural característico de la ciudad de Buenos Aires, un emblema iconográfico que la representa.

Su estilo artístico se caracteriza por colores vivos, fuertes, líneas estilizadas que se convierten en espirales, el uso de la simetría y una superficie sobrecargada. Se ven efectos tridimensionales gracias a las sombras y contrastes que generan una falsa sensación de volumen y su repertorio típico se conforma de flores, volutas, banderines, hojas de acanto, estilizaciones antropomorfas y bolitas o pequeñas piedras que rodean imágenes o frases. La ornamentación remitía mayormente al estilo neoclásico o grotesco, muy inspirado en elementos de la arquitectura de la época.

Fileteado en la estación de subterráneo Carlos Gardel. Obra de León Untroib.

Algunos de los temas más comunes eran los retratos de íconos populares, paisajes de campo, y frases populares, ingeniosas, muchas veces refranes poéticos escritos en lunfardo.

El fileteado no es solamente decorativo, sino que se convirtió una manifestación de los valores socioculturales bonaerenses.

La tipografía usada en el filete fue la letra gótica, llamada “esgróstica” en la jerga de los camioneros. Las letras góticas eran probablemente las únicas letras negras y pesadas de las que se disponía de modelos, y eran fácilemente copiadas por los fileteadores. Se dice que fue copiada de las letras usadas en los billetes argentinos de la época. Para adaptarlas a la estética de gran impacto visual del filete, estas tenían un aspecto tridimensional y varios adornos como bolas y diamantes. Lo importante es que las letras se fundieran al ritmo del filete.

En diciembre de 2015 el fileteado se declaró patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad por el Comité Intergubernamental para la Salvaguarda de la Unesco.

El fileteador Gustavo Ferrari pinta una vidriera en el barrio de Palermo y muestra todos los pasos que requiere hacer un filete.

Fuentes: