¿Cómo influye la tipografía en el sabor del vino?

El tipo de letra de la botella cambia la percepción del sabor del vino. Cuando nos disponemos a comprar un vino, y no tenemos opción de probarlo antes, lo único que podemos hacer es formarnos una expectativa, es decir intentamos “adivinar” como sabrá el vino. En la conformación de esta expectativa está directamente involucrada, entre […]

El tipo de letra de la botella cambia la percepción del sabor del vino.

Cuando nos disponemos a comprar un vino, y no tenemos opción de probarlo antes, lo único que podemos hacer es formarnos una expectativa, es decir intentamos “adivinar” como sabrá el vino.

En la conformación de esta expectativa está directamente involucrada, entre otros factores, la tipografía del vino. La letra forma parte importante de la marca.

En el arte de diseñar una marca y crear una experiencia agradable, están involucradas muchas variables: la etiqueta, el posicionamiento, el precio, los colores… 

Los diseñadores saben de la influencia de la tipografía en la manera de “ver” un producto. Por el tipo de letra intuimos el precio, el estilo o incluso la edad del vino. Asimismo, una tipografía también puede cambiar el sabor del vino. Por sorprendente que parezca, la tipografía puede alterar la percepción del sabor del vino que tomamos. Según una investigación reciente de la Universidad de Oxford, la tipografía ejerce un papel fundamental en la percepción de la marca.

El tipo de letra puede asociarse a un vino caro e incrementar el placer.

Según un estudio llevado a cabo en Pasadena (Los Ángeles), en el Laboratorio de Neuroeconomía Rangel del Instituto de Tecnología de California, en colaboración con la Escuela de Negocios de Stanford, un precio más elevado en una botella de vino no sólo influye en el sabor que percibimos del vino, sino que también aumenta nuestro placer.

En este sentido las tipografías tipo ‘Serif’, es decir con remates en sus extremos o “teminales de pie” (como la Times o la Georgia), escritas en trazo delgado se asocian con un vino más caro. Por el contrario el tipo ‘Sans Serif’, es decir sin remates con cortes rectos (como la Arial, Tahoma o Helvética), con trazo grueso, y ángulos rectos por lo general se asocian a vinos más económicos.

En cuanto a las formas, una tipografía regular y simétrica se asocia a mayor calidad, y por tanto aumenta las posibilidades de compra, por el contrario, las formas triangulares llamativas y sobre todo irregulares, quedan en un segundo plano a la hora de la compra. Las formas redondeadas, por ejemplo un estilo ‘Sans Serif’ de remates suaves o ligeramente redondeados, se asocia a vinos más suaves y fáciles de beber.

Cuatro ejemplos de botellas de vino donde destaca el uso de tipografías.

Ayázara de Bodegas Gobel (D. O. Rioja)

Este tinto D.O. Rioja es una edición limitada de 500 botellas con un diseño muy cuidado. Destaca una gran A recortada (por lo que permite que se vea el contenido de la botella), sobre fondo dorado, siendo el elemento principal del etiquetado junto a la marca del vino con una tipografía similar en blanco. Líneas rectas en unas letras que dan un aire moderno e industrial lejano a las habituales etiquetas de vino de Rioja.

7 Pecados (D. O. Rioja) – Tempranillo y Graciano

De nuevo en la D.O. Rioja (en Álava más concretamente), nos encontramos un vino con un etiquetado en el que mandan las tipografías.

Como dice el nombre de la bodega, son 7 vinos que representan los 7 pecados capitales: lujuria, gula, ira, envidia, pereza, avaricia y soberbia.

Cada botella destaca por un color diferente y características personalizadas (una etiqueta rota, color dorado del vidrio, una liga,…). Unas grandes tipografías redondeadas terminan de dar un toque glamuroso y moderno a unos vinos que se rompen muchas normas en cuanto al diseño de etiquetas y botellas.

Black & White (Heretat Mont Rubí) – Garnacha. Xarel•lo

Dos vinos con dos etiquetas que con una sola palabra lo dicen todo. Diseño minimalista en el que los adjetivos en inglés blanco y negro, formados por una tipografía muy sencilla, informan al consumidor del tipo de vino que van a tomar y el nombre de la marca de los mismos: White para el blanco y Black para el tinto. No hay más. Ambas palabras sobresalen en unas etiquetas rectangulares que son de los mismos colores, blancas y negras. Un diseño moderno y joven en el que el protagonista es el vino.

Helvetica Wine – Torre de Barreda

De la mano de Vinorama, la bodega manchega Torre de Barreda y del estudio de diseño wildwildweb, nace este homenaje a la reina de las tipografías: Helvética, desarrollada por Max Miedinger y Edouard Hoffmann en 1957. La admiración por la Helvética por parte de Vinorama ha sido determinante para que crearan un vino en su honor.

Como explican desde Vinorama «para quien no lo sepa, la Helvética es la reina de las tipografías, creada por Max Miedinger en 1957. La tipografía es de estilo sencillo y sin remates (sans serif, como se conoce en el mundo del diseño gráfico).

Helvetica Wine se elabora con uva 100% tempranillo y ha tenido una cuidada elaboración, desde el proceso de la uva hasta el diseño de la botella. Producido por Torre de Barreda para Vinorama cuenta con una edición limitada de 1300 botellas serigrafiadas y desde la tienda online recomiendan tomarlo con carnes rojas, ibéricos y jamón.