La normalización de la tipografía de lucha

Las luchas sociales necesitan del diseño para llegar a sus audiencias del mismo modo que lo hacen las empresas. No obstante, su presupuesto debería destinarse a conseguir sus objetivos sociales y no quedarse en el proceso. Por ello se recurrió a una domesticidad de recursos para la protesta, en donde generalmente se hallan textos con tipografía poco adecuada para el mensaje que se quiere transmitir o mediante escritura manual. Esto provoca tratamientos tipográficos sumamente forzados. Es por ello que hay una gran corriente de activistas tipo-gráficos con gran conciencia social.

La lucha, manifestaciones y protestas son una herramienta que poseen las clases subordinadas para poder poner en jaque situaciones de explotación (sean laboral u otros derechos) y demás situaciones de desigualdad que los comprenden.

Para ello, el uso de la cartelería de protesta ha sido una gran herramienta accesible para poder expresar sus necesidades.

Hemos podido ver durante muchos años el uso de las letras de plantilla y las formas caligráficas más expresivas realizadas con brocha o pincel.

Pero con el paso del tiempo esta herramienta se ha ido normalizando y digitalizando. Y la era tecnológica ha hecho que esos textos se plasmen con tipografías muy populares (por estar incluidas gratuitamente en los sistemas operativos) pero que quizá no transmiten de la misma manera el sentimiento que hay detrás de la forma caligráfica. La caligrafía ha dejado paso a la tipografía, y por el camino hemos perdido la fuerza y espontaneidad de la primera.

 

En las manifestaciones tradicionales, El trazo de un  pincel sobre un fragmento de cartón, la textura de la tiza sobre el asfalto, el rastro del rotulador sobre la piel de un manifestante, la mancha del spray que atraviesa una plantilla, las cartulinas recortadas o la impoluta impresión digital propician un amplio espectro de formas en las letras.

La revolución tecnológica en la que vivimos inmersos está ejerciendo una enorme influencia en la manera de manifestarse, es decir, en la manera de comunicarse.

Internet permite que la comunicación interpersonal sea mucho más dinámica

Por otro lado, los actuales sistemas de reproducción permiten que un gran número de personas se conviertan, sin demasiado esfuerzo, en generadoras de mensajes gráficos, usando herramientas como la cámara fotográfica digital, la computadora personal, el escáner o la impresora de chorro a tinta casera.

Ante esta situación de la domesticidad de recursos para la protesta, generalmente se hallan textos con tipografía poco adecuada para el mensaje que se quiere transmitir o mediante escritura manual. Esto provoca tratamientos tipográficos sumamente forzados, en donde por la limitación del espacio y la voluntad de una buena legibilidad a gran distancia propician el uso de la caja alta por encima de la minúscula. Se reduce entonces su anchura y se altera totalmente la proporción original. Los trazos verticales se estrechan, mientras que los horizontales mantienen su grosor rompiéndose la armonía de la letra.

Las letras de palo seco, con sus formas sobrias y su aparente neutralidad dejan el protagonismo al mensaje verbal. Las letras egipcias, con sus rotundos remates son utilizadas también para otorgar mayor contundencia al mensaje. En otras ocasiones, se recurre a tipografías de forma caligráfica que remiten a la escritura manual.

Especialmente cuando se usan palos secos,  suelen tener un peso elevado. Negras o extra-negras son habituales.

Aunque se busque y comprenda un uso en lo preferente profesional de la actividad tipográfica de la cartelería de protesta, el uso casi casero de esta hacen que se deformen el texto.

Las luchas sociales necesitan del diseño para llegar a sus audiencias del mismo modo que lo hacen las empresas. No obstante, su presupuesto debería destinarse a conseguir sus objetivos sociales y no quedarse en el proceso. Es por ello que hay una gran corriente de activistas tipo-gráficos con gran conciencia social.

Un ejemplo de ello, es el trabajo del diseñador Matthew Anderson.

Quien, ante la pregunta sobre qué hacer cuando necesitas una tipografía sencilla, versátil y que puedas compartir con todo el mundo, sin utilizar la típica Arial, tipografías gratuitas de poca calidad o tipografías profesionales demasiado caras, decidió emprender la creación de Klima.

Anderson decidió desarrollar una tipografía de calidad, que no compitiera con sus colegas de profesión, ofreciéndola al mundo de forma gratuita sólo para uso no comercial.

Es así, como desde un rol activo, podemos acercarnos e involucrarnos en las realidades sociales que nos comprenden.

Para cerrar, quería comentar que personalmente siempre busque la manera de intercalar la carrera –Diseño Gráfico UBA- en el ámbito del desarrollo-realidad social de emergencia y activismo obrero.

Poco a poco voy encaminando mi perfil profesional hacia ese sector de lucha y este breve articulo acerca un poco esta selección hacia el general de la gente y hacer llegar una nueva manera de comprender el Diseño al público general, que a veces solamente lo relacionan con la publicidad o el “Diseño bonito”.

Así, de manera activa y responsable, el Diseño –desde este artículo con comprensión del uso tipográfico en la cartelería de protesta- se involucra seriamente en la realidad social de emergencia.

 

 

https://www.hoyeseldia.es/5-tipografias-para-un-mundo-mejor/

https://www.laizquierdadiario.com/La-primera-huelga-general-en-Argentina

http://www.monografica.org/02/Opini%C3%B3n/3669