Gusto de vos.

Hace días se planteó una consigna en clase que consistía en escribir un texto breve, acerca de alguna cuestión emocional relacionada a la lectura de algún libro, pero como soy muy poco lector, se me ocurrió contar algo que me está pasado no con un libro, sino con la tipografía.

Amiga Tipografía, se que hace poco tiempo que nos estamos viendo pero necesito decirte algo: estoy un poco enamorado de vos…

Lo confieso, me atrae y me conmueve ese ritmo que tenés, ese equilibrio, las armonías y contrastes que se dan en el recorrido visual de tus piezas.

A pesar de tratar de tener en cuenta los conceptos que vengo aprendiendo en este tiempo, muchas veces la mirada crítica y técnica se convierte en algo mucho más emocional, como ese momento perfecto y exacto de una canción que  te deja embobado.

Me sorprende tu sutilidad y capacidad de expresar una idea de forma ultra potenciada y disfrutable para la vista, entendiendo tu orden, estructura y “desorden” controlado como forma de ser. Sos dura e impactante cuando es necesario , o suave y llevadera cuando necesito un descanso de tanta información.

Quiero hacer también una mención especial a tu capacidad de enseñanza colateral, llevándome mil veces a relacionar situaciones que pasan a nivel tipográfico, con otras reales que enfrento día a día y me hace pensar acerca de qué lugar ocupa mi cuerpo en este campo.

De una forma disimulada, haciendo como que no pero sí, me haces pensar en varios temas:

-El tomar decisiones y sostenerlas! Aprender a defender lo que hago, y que la justificación sea válida y no solo por tirar una.

-Que la “estructura” de vez en cuando no está mal que se rompa, siempre y cuando eso no haga que la cague y se caiga todo.

-Que cada variable, o postura que adoptamos tiene una utilidad, a veces más acertada en un lugar que en otro.

-Pero principalmente me resuena mucho en la cabeza la variable Bold como postura para plantarse, para hacerse visible y decir “-¡acá estoy! soy uno más como todos y vengo a decir esto”. “Me hago Bold ahora para que me escuchen, me respeten como una variable más en la diversidad de esta gran familia, con el derecho de estar a la misma altura de x que todos“.

En fin, qué meloso me puse, no me quiero ir de los márgenes de este relato así porque si, sólo quiero que sepas que gusto de vos.

 

Gracias por hacerme sentir cosas y pensar otras. 

 

Horacio.