tpG: La revista de diseño argentina

“La tipografía no es sólo una técnica secular o un oficio ni se limita a la “galaxia Gutenberg”; el término alude significativamente y por analogía a una deriva cultural, a una gama de conceptos que autorizan a considerarla como la “piedra de toque del diseño […]”. Estas son algunas de las palabras que aparecen en el primer número de la revista “TipoGráfica, comunicación para diseñadores”.

En junio de 1987, Rubén Fontana (1942- ), es quien funda esta revista de diseño, en la que sería director y editor hasta su última aparición en 2007. TipoGráfica surge en un momento muy importante para el diseño argentino, donde, en palabras de Fontana, finaliza una etapa “silvestre”, para pasar a ser un saber transmitible. Y es que en 1984, un año después de la instauración de la democracia, se inaugura la carrera en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UBA (nuestra querida FADU).  Con el ingresivo masivo de alumnos y el considerable crecimiento de la carrera, surge la necesidad de contar con un medio específico de comunicación para los nuevos diseñadores.

La revista abordó desde entonces temas específicos del diseño y de disciplinas afines, problemas del ejercicio y la enseñanza, y a la vez fue registro de ese momento único para la disciplina en nuestro país. Fontana, quien también fue el principal introductor de la materia Tipografía al programa de estudio de la carrera de Diseño Gráfica en la UBA, organizó a través de la revista importantes encuentros de Diseño y Tipografía, referentes en Argentina y la región, buscando siempre fomentar y asistir a esta comunidad que comenzaba a surgir.

Puntualmente la pieza editorial en sí, constaba de 48 páginas impresas a una tinta en un formato 23cm x 33cm, con la composición interior formada por columnas pegadas a mano, con textos en Frutiger. Fueron 74 números publicados a lo largo de 20 años: 24 en los primeros ocho (tres por año), 30 entre 1995 y 2002 (cuatro por año desde el ‘97), y los últimos 20 en su etapa final, de 2003 hasta 2006.

En sus primeros números, TipoGráfica no tenía logotipo, sino que en cada tapa contaba con su nombre en una disposición diferente (diferentes puestas tipográficas), y con un pequeño sumario, que mostrara las notas en su interior. Esto permitía un sistema completamente abierto, donde se pueden hacer infinidad de tapas diferentes.

En cuanto a la parte de adentro de la revista, existían tanto notas fijas, como variables. Cada publicación abría con una breve nota firmada por los editores reflexionando sobre un tema puntual, y solía cerra con dos secciones: Informa (o tipoGráfica informa), con varias notas de corto contenido, y BiblioGráfica, donde se recomendaban libros de diseño, junto con una breve descripción. Si bien en cada número la cantidad podía variar, el formato y la proporción de cada uno de estos últimos era bastante constante.

notas de editor de tpG4 y tpG14Secciones «Informa» de tpG3 y tpG15

Secciones «BiblioGráfica» de tpG4 y tpG15 

Como notas particulares de cada número podemos mencionar entrevistas a diseñadores y profesionales de la época, así como también  notas con temas competentes al campo. En todas estas, la libertad que daba la fotocomposición permitía varían tanto el número como el ancho de las columnas, así como también la disposición de texto e imagen, en cuanto a posición, tamaño y también inclinación.

También podían contar con suplementos internos (separados por el color de hoja) dedicados al diseño en una ciudad particular del extranjero, con nota, entrevistas y formato propias en su interior.

Suplemento «tipoGráfica Barcelona»/ tpG5

Suplemento «tipoGráfica San Francisco»/ tpG6

En esta primera etapa, vemos cómo va incorporando gradualmente color: desde 1990, la tapa, que venía siendo a dos tintas, pasó a todo color (tpG10); y luego también ocho páginas del cuerpo central (tpG12).

En una segundo momento (1995), ya más consolidado, la revista se larga con su propia tipografía: Fontana tpG (más tarde, Fontana ND), que atendía todas sus necesidades editoriales (variables itálicas y negritas, para título, versalitas). No sólo eso, sino que también la encuadernación pasó a tener lomo y la impresión a color, a todo el cuerpo (tpG25). El crecimiento permitió cada vez más participación internacional y el avance tecnológico dio lugar a una dirección de correo electrónico, un foro de mensajes, y más luego, una página de internet (www.tipografica.com). El tpG36 (1998), incluyó una sección gratuita de avisos clasificados y una agenda de eventos.

En sus últimos años, la revista, ya reconocida internacionalmente, hizo hincapié en la producción tipográfica de Latinoamérica (Argentina, Chile, Brasil y México en particular) y el estado de la educación, generando así notas de altísima calidad y profundidad. Se incorporó allí la fuente Andralis ND como complementaria en la composición de textos.

En 2007, con la revista en pleno apogeo, pero ya en un contexto donde internet y la circulación desmesurada de información (el inicio del pirateo) ya hacían ruido en el ambiente, Fontana da fin a la publicación. Fue la primer revista de diseño en español, y llegó a ser una de las cinco mejores del mundo.

Me pareció importante antes de cerrar este año lectivo, y para muchos terminar con la materia Tipografía (justamente con este trabajo de revista), el poder recordar algunos, o conocer otros, esta breve pero importantísima parte en la historia del diseño y la tipografía argentina. En palabras de Rubén Fontana, “tipográfica se dejará de editar, pero no dejará de ser”, y es que todo lo que hoy tenemos (el espacio para compartir y desarrollar nuestra carrera) es legado de ello.

 

Fuentes

• Cosgaya, Pablo. “Adiós, querida tipográfica”.
• Fontana, Rubén. “Revista tipoGráfica» Nº1. Julio 1987. Buenos Aires, Argentina.
• Penela, José Ramón. “Grandes tipos: Rubén Fontana”.
• Giudici, Alberto. “Los signos de una pasión”.
• Santa Coloma, Eugenia. “Rubén Fontana: Detrás de las palabras”.

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