El olor de los libros

Todos los lectores sabemos que el libro es un objeto que no entra sólo por los ojos. Cuando leemos, tocamos la textura papel, escuchamos el sonido de las hojas al pasar y, por más extraño que parezca, lo olemos. ¿Qué será que tienen los libros que nos llevan a embriagarnos de su delicioso aroma? ¿A qué se debe?

Todo aficionado a la lectura reconoce el olor de los libros, flota por el aire en cualquier biblioteca y nos golpea al abrir un libro. Para muchos, puede despertar un atractivo por ese libro casi tan importante como la portada, el título, el nombre del autor o la historia que vamos a encontrar dentro.

En primer lugar, debemos tener en cuenta que este aroma se da por varios factores, principalmente por la tinta y el papel. Nada mejor que un libro nuevo recién impreso y salido de la editorial. En el caso de los libros nuevos el aroma de sebe en gran parte a las colas, decolorantes, diluyente de limpieza y sedimentos industriales.

Pero además, el papel contiene una cantidad de lignina, componente órganico que ya nos traslada al recuerdo de la madera de los troncos. Con el paso del tiempo, la lignina se oxida, lo cual genera que el papel adquiera un tono amarillento, y además, comienza a desprender más olor. Cuando el papel se descompone y se vuelve ácido, la lignina se rompe y se vuelve volátil, siendo capaz de viajar por el aire hasta nuestra nariz, evocando ese olor a libro viejo.

Lo más curioso es que muchos han intentado descubrir la «receta’» de este olor, para poder pulverizarlo en una biblioteca o incluso utilizarlo en nuestras ropas, al punto que el diseñador de Chanel creó un perfume llamado «Paper passion», un perfume unisex que huele a libro. «La idea de esta fragancia es que la persona que la usa se relaje, como cuando lee un libro, y que pueda meditar y concentrarse.El olor a libro nuevo es el más hermoso del mundo», afirma señaló el diseñador.

Quizá los amantes del libro impreso tengamos que recurrir a él mientras sigan creciendo los ebook digitales.