Cátedra Cosgaya Tipografía 1 y 2 | Carrera de Diseño Gráfico | FADU/UBA
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¡Es para colección!

Las revistas, al igual que los libros, también caen en manos de coleccionistas y hay quienes le dan especial importancia a los lomos de las mismas.

A modo de introducción, las revistas se forman doblando pliegos grandes de papel que pegados juntos forman las páginas de las mismas. Hay dos tipos: pegadas al caballete y al lomo. En las primeras, los pliegos de papel ya doblados se meten uno dentro de otro y se unen mediante grapas. Pero en las segundas (las que particularmente me interesan) los pliegos de papel ya doblados se colocan uno al lado del otro, formando un lomo de uno o más centímetros y se le aplica pegamento para encuadernar las páginas y pegarle el papel de la potada y contraportada de la revista.

Lomo revista

Ahora bien, este tipo de revistas generó que se interviniera un espacio más en la publicación, dándole personalidad y contribuyendo al sistema de la misma, pero también creó un nuevo recurso para un lector “fiel”, al hacer uso de imágenes, frases o logos en vez de los clásicos datos, constante en cada publicación.
Los lectores atentos descubrieron en el lomo de su revista, un pequeño fragmento de alguna imagen que se iría completando, publicación tras publicación hasta un número específico (ya que este recurso está hecho para un determinado número de publicaciones). Y así, cuando las mismas terminan apiladas le dan un mejor aspecto al montón y son fáciles de organizar cronológicamente sin tener que estar consultando la tapa para ello.
Coleccionistas hay de todo tipo y he de confesar que también he caído en el grupo que alguna vez se ha quejado de las impresiones desfasadas o mal escaladas que, al ubicarlas una junto a otra en la biblioteca, pero dejando de lado este feo error es agradable encontrarse con este tipo de estrategias que hace más vistosa la colección… lo malo es cuando no se completa la misma.

Lomo revista



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