Cátedra Cosgaya Tipografía 1 y 2 | Carrera de Diseño Gráfico | FADU/UBA
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De Nazismo, revistas y publicaciones antisemitas

Un breve reseña sobre los orígenes de pensamiento y las publicaciones que hicieron del nazismo, lo que fue.

Antes de comenzar, quería explicar el anclaje de este post, que si bien no tiene una relación directa con el diseño de revista, creo que tiene una conexión interesante con lo que es en sí una publicación de formato «revista», lo que significa y el poder que puede llegar a tener como medio de información.

De por sí, la revista a diferencia de lo que es un diario (nuestro tp anterior) ofrece la posibilidad de especializarse en un tema particular y desarrollarlo más exhaustiva y específicamente. Todo esto, aún teniendo el factor «actualidad» de nuestro lado, por más que no sea una noticia del día. La principal diferencia con el diario, que se dirige a un «público amplio e indefinido» es que la revista tiene un grupo receptor que es específico y de intereses muy definidos.

Ahora bien, una vez hecha esta especie de delimitación de género discursivo, voy a comentar el porqué de este post.

Hace un tiempo que vengo leyendo un libro que se llama «La orden negra – El ejército pagano del Tercer Reich» de Óscar Herradón. En este libro, el autor cuenta con varios detalles, los orígenes y las creencias cuasi religiosas en donde se encontrarían las claves principales para comprender en profundidad a la Alemania Nazi y la convicción fanática que un gobierno despertaría y que luego convertirá en miedo y terror, marcando a fuego uno de los hechos históricos más importantes del siglo XX. Como vamos a ver, muchas de estas convicciones se generaron en varias publicaciones que dieron una identidad al nazismo.

La revista «Ostara, Briefbücherei der Blonden und Mannesrechtler» fue fundada en 1905 por Jörg Lanz von Liebenfels, un ex monje (ya se van a dar cuenta en cinco renglones el porqué del «ex monje»). Lanz que era redactor y editor de la revista, sostenía teorías un tanto extremas como las que publicó en su libro «Teozoología» un par de años antes. En este libro por ejemplo, el autor defendía una necesaria esterilización de los enfermos y de las «razas inferiores». Glorificaba la «raza aria» como «Hombres-Dioses», justificando su ideología racial al darle una base bíblica un tanto caprichosa. Por ejemplo, según él, Eva, a quien describe como un ser divino inicialmente, se involucró con un demonio y dio a luz a las «razas inferiores» en el proceso.

Teorías locas que tuvieron bastante éxito cómo vamos a ver más adelante…

Ostara se publicó durante dos décadas y en dos series (la primera de 1905 a 1917 estará compuesta por 89 números y la segunda de 1922 a 1927 llegará al número 101) Ostara será el portavoz de las tesis antisemitas más influyentes de la época de tal forma que hasta el mismísimo Hitler, conocerá la publicación y la leerá asiduamente. (Lanz, que era director de la publicación manifestó que un joven Hitler lo había visitado en la redacción de la misma revista, por el año 1909, cuando tenía aproximadamente unos 19 años, para pedirle algunos números atrasados.)

Después que Hitler cobró prominencia en la década de 1920, Lanz intentó ser reconocido como uno de los precursores ideológicos de Adolf Hitler. En el prefacio del primer número de la tercera serie de la revista Ostara (1927), escribió: «Se debe recordar que los movimientos de la esvástica y fascistas son básicamente solo desarrolladores laterales de las ideas de Ostara.»

Desde la revista, que tenía una perspectiva racista y antiliberal, se criticaba las debilidades de la monarquía alemana y advertía del peligro que representaban para los arios las “razas inferiores”. Es decir, casi todas las demás. Por otro, uno de los ganchos que utilizaba para los adolescentes, eran los relatos eróticos en los que hermosas rubias caían en las garras de libidinosos “oscuros”. Así se refería Ostara a los negros, a los gitanos y a los judíos, seres que anhelaban contaminar la pura sangre aria.

Estas revistas no solo florecían en Austria, donde los de etnia germana se sentían amenazados por el creciente número de gitanos y judíos que formaban parte del Imperio, sino también en Alemania. Estas revistas servían de medio de expresión a las numerosas sociedades de ideologías ultranacionalistas que crecían en ambos países, y que defendían la unión de todos los germánicos en un solo estado. La denominada «Gran Alemania». La mayoría de estas sociedades estaban formadas por grupos extremistas que combinaban, en partes iguales, racismo y antisemitismo, teosofía y ocultismo, dando lugar a lo que se ha dado en llamar «ariosofía». Esta corriente propugnaba la vuelta a un supuestamente glorioso y pagano pasado ario, de la mano de líderes carismáticos dotados de poderes ocultos, como por ejemplo, el mismísimo Hitler.

Entre algunas de las sociedades más importantes se encuentra la  «Sociedad Thule» que también tenía su propia publicación semanal, primeramente el  Münchener Beobachter «Observador de Múnich» que luego se convertirá en el Völkischer Beobachter «Observador del pueblo», el principal periódico nazi, editado por Karl Harrer hasta el final de la segunda guerra.

Entre sus metas, la Sociedad Thule con su publicación, quiso  demostrar que la raza aria procedía de un continente perdido, quizás la Atlántida. Aunque verdaderamente, como admitió luego von Sebottendorff, uno de sus integrantes,  sus seguidores estaban poco interesados en sus teorías ocultistas y divinas, pero si en combatir a judíos y comunistas. Aunque la Sociedad Thule inspiraba y apoyaba económicamente a diversos grupos de extrema derecha, no se decidió a intervenir directamente en política hasta principios de 1919. Algunos de sus miembros fundaron el nuevo Partido de los Trabajadores Alemanes (DAP). En él, agregaron ciertos elementos de ideología socialista con el fin de acercarse al mundo obrero, que les era ajeno. Hitler se unió a este partido en 1919.

El 1 de abril de 1929, se refundó el partido como Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes (NSDAP), conocido generalmente como “Partido Nazi”. En el DAP, Hitler conoció a Dietrich Eckart, un destacado miembro de la Sociedad de Thule. Eckart era un periodísta, poeta, dramaturgo y borracho que dirigía el semanario antisemita Der gute Deutsch «El buen alemán». Se convirtió en el consejero y tutor de Hitler y lo introdujo en los círculos de influencia convenientes, hasta que murió en 1923.

Muchas de estas revistas y demás publicaciones fueron impulsadas y sostenidas por Joseph Goebbels, Ministro de Propaganda  en la Alemania Nazi, que desempeñó un papel central en la creación de nuevo material antisemita y pronazi para el partido. Otras publicaciones antisemitas relevantes, fueron Der Stürner «El Atacante» una revista que luego se convirtió en periódico, fundada y editada por Julius Streicher, que circuló entre 1923 y 1945, vendiendo más de 600.000 ejemplares mensuales. En su tapa se podía leer una leyenda que desde 1927 decía «Los judíos son nuestra desgracia».

Muchas de estas publicaciones, fueron las que le ayudaron a forjar una identidad nacionalsocialista contundente. Desde la creación de un mito religioso-cultural de superioridad racial, como lo fueron los desarrollos ariosofistas de las revistas como Ostara o el Observador de Múnich. Publicaciones que nacieron para un grupo receptor específico y de intereses muy definidos como por ejemplo, los sectores de ultraderecha y fascistas y que luego fueron desarrollados y exacerbados por el aparato de Propaganda Nazi para proporcionar un instrumento crucial para legitimar, adquirir, implementar y mantener el poder de un régimen que se creyó divino aún en pos de la exterminación de millones de personas.

Ostara(1927)

Ostara-1926

Völkischer_Beobachter_1933



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